1. Diario de Marieta, me follé a mi papa sin saberlo


    Fecha: 15/06/2025, Categorías: Incesto Autor: El insecto palo, Fuente: TodoRelatos

    ... pero los chorros salían como de una manguera y escaparon de mi boca, mojando mi barbilla, intentaba tragar como una buena chica, pero mucho se escapaba, él cogió mi cabeza y me hizo sacar el nabo, entonces riadas de semen chocaron contra mi cara, yo acepté aquello, y me excitaba también, él gemía mientras escupía su corrida en mi cara de niña, después me miró, todo mi rostro estaba manchado de semen, relamí lo que pude con la lengua.
    
    --¡Que bestia!—dije.
    
    --No te muevas—dijo él sacando su móvil—Quiero inmortalizar este momento.
    
    --¡No!—dije yo.
    
    --Es para mi colección—dijo él—Nadie la verá, te lo prometo.
    
    Yo no dije nada, vio como me hacía varas fotos de mi cara toda lefada. que, estoy segura, el muy cabrón las habrá puesto en internet, después saque un paquete de pañuelos del bolso y me limpié algo asqueada.
    
    El tipo quiso darme su número de teléfono por si “Alguna vez necesitaba una buena polla”, yo lo guardé, pero sin intención de llamarle, comencé a caminar hacia la estación de autobuses, quizás todavía pudiera coger alguno hacia casa.
    
    La noche era calurosa, mientras caminaba pensé en el sexo que había tenido, con cuatro desconocidos y ¡Con mi propio padre! Ahora me parecía una locura, pero no me sentía arrepentida para nada, ese placer iba a recordarlo siempre, por no hablar que iba a masturbarme durante meses rememorándolo.
    
    Unas luces aparecieron detrás de mí y un coche se detuvo, era mi padre.
    
    --Sube—me dijo a través de la ventanilla ...
    ... bajada—Este barrio es peligroso.
    
    Obedecí, pues estaba claro que era mejor opción volver con él que en el autobús, cuando mi padre aceleró pensé que quizás se sentía incómodo o arrepentido, no quise decir nada, pensando que seguramente no hablaríamos ya del tema, pero él no pensaba igual.
    
    --¿Estas cansada?—me preguntó.
    
    --Un poco—dije yo.
    
    Me miró y sonrió.
    
    --¿Te sientes culpable?—preguntó directamente.
    
    Yo sonreí y negué con la cabeza, mis piernas estaban descubiertas, mí vestido corto se había subido hacia mis caderas al estar sentada allí, noté los ojos de mi padre en mis muslos desnudos.
    
    --Lo he pasado muy bien—dije.
    
    El estar en ese coche con papa, solos, me excitaba, recordaba su estupendo rabo, como me había llenado y su delicioso sabor a polla, jamás había pensado en él así, ni mucho menos imaginado su miembro, pero era inmenso.
    
    Sin duda lo que más nos excitaba era que eso estaba prohibido, no podía follarme a mi papá, y esa prohibición hacía que le desease.
    
    --No le digas nada a tu madre—me advirtió.
    
    --Claro que no—dije yo—Será nuestro secreto.
    
    Le miré mientras conducía, mi clítoris palpitaba de nuevo, al parecer mi cuerpo no había tenido suficiente sexo, me sorprendió sentir tanta pasión y pensé que seguramente era una puta, una fresca, y que me gustaba serlo.
    
    --¿Lo he hecho bien?—pregunté.
    
    --Si, cariño—dijo él sin mirarme—Mejor que otras muchas.
    
    --Entonces ¿Te ha gustado?
    
    --Mucho—dijo él--¿Y a ti?
    
    --Muchísimo—dije yo --Como he ...
«12...91011...»