¿ sola con mi macho?
Fecha: 20/06/2025,
Categorías:
Confesiones
Autor: gatacolorada, Fuente: TodoRelatos
... le mueve la curiosidad , sabe que escribiendo es cuando mas yo soy, por eso no le vale lo que le pueda contar de palabra. Aunque una sesión estuvimos los cuatro juntos, hubo mucho tiempo que yo estuve sola con Franco, y quiere saber. Le he puesto los cuernos en ficción mas de una vez, le divierte, le dan ideas para luego hacerlas conmigo, pero no es lo mismo que saber que he estado con otro y lo he pasado muy bien.
Al volver a casa, Lalo preparó otros güisquis , esta vez con hielo y agua, puso el aire, hacía mucho calor, yo hice sonar la música, me apetecía bailar con mi chico bien amarraditos. Me pegué a él, mis manos en su cuello, y empezamos a movernos. Sé cómo es y enseguida la danza se fue convirtiendo en magreo para ponernos calientes, sus manos pasaron de la cintura a las nalgas, me apretó para que notara que volvía a tener la pija dura, yo me restregué, nos besábamos hambrientos, apenas duramos una pieza. Nos miramos.
- Quiero hacerte el amor.
- Yo que me des y darte placer.
Nos volvimos a besar.
- Tú quieres saber lo que yo he hecho, pero tú te follaste a la putita francesa y no me has dicho nada.
Me volvió a besar, sobando mi culo, empujando su tranca contra mi pubis.
- ¿Quién quiso el sexo duro? - Mi marido había aprendido a usar la fusta, sin dejar marcas. Antes cuando jugábamos al azote yo usaba corsés o prendas de látex para sentir y no quedar con huellas. Y con la puta francesa había vuelto hecho un experto.
- Ella, le gusta que la ...
... azoten. Para ti puede ser un juego, para ella es más, necesita sentirse esclava.
- Es de esas que para gozar quieren que las obligues para sentirse inocentes, que lo hacen porque no tienen mas remedio.
- Sí – y me volvió a besar tapando mi boca. Metió la lengua, jugó con la mía y me dio una buena refriega con la polla en mi montecito.- A ti no hace falta obligarte, te gusta el disfrute y el morbo.
- Porque el amor sin morbo es un estorbo. Y has sido vos el que me has hecho una putita. - Le dije antes de volver a besarle en un morreo largo hasta quedar sin aire.
- Desnúdate, nena, me gustas.
Nos soltamos el abrazo, nos quedamos parados uno frente al otro. Y nos fuimos quitando prenda a prenda: Vestido yo, camisa él, corpiño yo , pantalón él, braguita yo, bóxer él.
Mi marido está bueno. Las canas le hacen más atractivo, tiene buen cuerpo y una polla gorda que me vuelve loca. Y la tenía casi en alto, destacando en el vientre mas claro.
En Mar del Plata no se puede hacer nudismo, por eso su piel, bronceada por el sol, estaba blanca donde el bañador le tapaba. Yo que soy muy morena tenía mas claro el monte de venus y unos pequeño triángulos en las tetas , apenas las areolas, que era todo lo que cubrían los bikinis que me había regalado mi cuñada y que dejaban poco para la imaginación.
Y así estábamos desnudos, calientes , uno frente al otro.
- Me gusta tu polla tan gorda. Quiero ver como te la meneas. Verte el capullo y como se pone dura dura como una piedra ...