-
Ayudando a Mamá (03).
Fecha: 20/09/2017, Categorías: Incesto Autor: nokomi, Fuente: RelatosEróticos
... agujerito sin que mi verga terminara chocando contra sus nalgas, pero por el momento me venía saliendo perfecto. Además ella soltaba fuertes gritos de placer cuando se la clavaba toda. Estuve haciendo esto durante algunos minutos y luego agarré su culito con ambas manos, abriéndolo todo para ver qué bien entraba mi verga. Se me ocurrió dejar caer algo de aceite directo en esa zona sin sacar mi pene. De inmediato supe que había sido una idea acertada, mi falo erecto se deslizó con mayor facilidad haciendo que mi madre gozara aún más. Un par de minutos después ella se sacudió en la cama intentando reincorporarse. Tengo que admitir que al principio pensé que se había arrepentido, una vez más. Pero de hecho ocurrió todo lo contrario. Saltó sobre mí como una leona en celo, clavándome sus filosas garras en la espalda y montándome con sus fuertes muslos apretando los míos haciendo que el pene se le clavara por completo en la vagina. - ¡Te voy a matar! – me gritó mirándome a los ojos con lujuria. Sus expertos movimientos eran increíbles. Me vi obligado a recostarme cada vez más, me estaba matando de verdad. Sacudía su cadera frenéticamente de atrás para adelante, de arriba abajo. Se movía dibujando círculos hacia un lado y luego hacia el otro mientras yo intentaba morder y chupar sus tetas que saltaban para todos lados. El gran erotismo que me provocaba escuchar sus gemidos estaba haciendo mella en mi aguante sexual. Intentaba aguantarme para que la situación continuara, pero al ...
... final tuve que anunciar lo inevitable: - Estoy por acabar. - ¡Todavía no! – me suplicó. Se apartó de mí pero esta vez no me molestó para nada, sabía que sólo lo hacía para darme un pequeño respiro. Me acosté boca arriba con las piernas extendidas y ella se me acercó sensualmente. Acarició mi pecho con sus suaves manos y me besó en los labios. Fue un beso suave y cariñoso que contrastaba con la furia del acto sexual, de verdad daba una sensación de alivio que me vino muy bien. Fue bajando lentamente con sus besos por todo mi torso hasta llegar a mi mástil que apuntaba al techo. Le dio unas suaves lamidas partiendo desde mis testículos hasta la punta rosada. Luego se lo metió todo en la boca dando unas chupadas lentas y profundas mirándome con ojos de viciosa. - Me la voy a tomar toda – aseguró volviendo a chupar. Pensé que se mantendría con el sexo oral hasta que yo acabara pero aún tenía guardado algo especial. Se puso sobre mí en cuclillas y apuntó la verga a su culito, quien la tragó completa sin ningún problema. Comenzó a dar duros saltos haciendo que la verga la empalara por atrás una y otra vez. Se llevó los dedos al clítoris y lo sacudió con ímpetu. Un chorrito de líquido salió despedido de su vagina y lo siguió otro más fuerte y abundante que cayó sobre mi pecho. Me bañaba con sus jugos sexuales salpicando para todos lados sin dejar de subir y con una agilidad que me dejó atónito. Mi madre era una bomba sexual. Ya no aguantaba más, iba a estallar en cualquier momento, en ...