Mar Sensual: Entre abogados me vea
Fecha: 22/06/2025,
Categorías:
Infidelidad
Autor: MarCaliente, Fuente: CuentoRelatos
Osmar era abogado y algunos asuntos tenían que ver con mi área. Andaba tras de mí y aunque me gustaba, trataba de evitarlo porque su novia trabajaba en la misma área y quería evitarme problemas, pero insistía en buscarme. Por esas fechas, las oficinas cambiaron de domicilio y ocupamos un edificio en la colonia Condesa. Los grupos de trabajo se repartieron en diferentes pisos, pero eso no fue pretexto para que no me buscara. Su juventud, arrebato y calentura contrastaban con mi mesura y prudencia. Cualquier pretexto bastaba para visitarme y aprovechar la ocasión. Era frecuente que al estar cerca se frotara en mis brazos u hombros. Los arrimones eran frecuentes y excitantes.
En una ocasión le pedí me asesorara sobre una cuestión legal y mientras le explicaba el asunto, Osmar se me acercó para arrimarme su bulto en mi espalda, mis brazos y hombros, primero de manera suave y discreta, pero como su excitación crecía, el rozarme era más efusivo y evidente. Al principio trataba de evitarlo, pero insistía y terminaba por colaborar al ponerme rígida para darle más apoyo a su arrimón cuyo deseo se manifestaba por la dureza de su miembro. La calentura en ambos iba en aumento ahí en la oficina, por lo que tuve que poner freno ya que estábamos en medio de otras personas que al entrar se darían cuenta de lo que ahí pasaba, pero él continuó con su faena.
Excitada correspondí al agasajo que Osmar me daba, dejé de explicarle mi asunto, me di vuelta y con mí mano empecé a acariciarle su ...
... miembro por encima del pantalón, que totalmente duro y erecto mostraba las huellas de su excitación ya que se notaba húmeda el área donde estaba la cabeza de su verga. Con mucho deseo, la recorría con mi mano apretándola ansiosa. Él gemía totalmente entregado al sentir mis caricias llenas de lujuria sobre su palo. Sentí que no iba aguantar y decidí dejar de acariciarlo. Me separé, me acomodé un poco la ropa y le dije que iba al baño. Desconcertado, Osmar se quedó parado sin entender qué pasó.
Ya en el baño, traté de relajarme y calmar mis ansias de tener esa verga dentro de mí. Pensé, quizá más tarde me iría a coger con él a un hotel, esperaba que me lo propusiera. Salí del baño, pero me sorprendí encontrarlo en el pasillo. Se me acercó y comenzó a besarme con mucho deseo, su lengua buscaba la mía lascivamente, yo correspondí bajando mi mano para palparle su miembro, que erecto y húmedo, resaltaba de su pantalón. Absorta de mi alrededor le bajé el cierre, metí mi mano hurgando por entre su bóxer y lo siento caliente, baboso y duro. Él se excitó más, empezó a gemir al sentir mis caricias rozando su glande, palpando su verga, masajeando sus huevos, embarrando sus jugos. Lo saqué de su prisión y totalmente erecto, su palo quedó libre, lo comencé a masturbar, al principio suavemente; pero después, con mucho deseo se la jalaba, con movimientos rápidos le daba placer a esa verga caliente.
Entregado totalmente a lo que mi mano hacía, se dejaba usar. Me despierta un gran placer ...