Mar Sensual: Entre abogados me vea
Fecha: 22/06/2025,
Categorías:
Infidelidad
Autor: MarCaliente, Fuente: CuentoRelatos
... ver como disfrutan, cuando les agarro la verga, acariciarla y sentirla dura. Se las muevo con mucho deseo y lujuria para calentarlos más. Acelero el movimiento de mí mano y me comienza a decir:
- Qué rico me la estás jalando Mar, aahhh, así, me vas a hacer venir. ¿Te gusta?
- Seee, la tienes muy rica, la tienes grande y caliente.
- Pues gózala con tu mano, jálamela rico, fuerte, así…
- Disfruta rico como te la jalo, goza Osmar
- Me voy a venir, me voy a venir…
- Seee, vente en mi mano, los quiero sentir calientes, dámelos…
- Aahhh, me vengo, aahhh… así jálamela, qué rico.
Osmar se chorrea por completo en mi mano, conteniendo los borbotones de semen caliente que salen de su verga y que escurren por entre mis dedos. Jadeando se la jalé por unos momentos más hasta que le pedí se fuera a limpiar. Excitada yo también me fue a asear la mano. En el baño y frente al espejo, pensaba que era una cabrona al hacer venir a este cuate, en el pasillo, con el riesgo de que nos vieran. Termino y caliente salgo al pasillo, él me estaba esperando. Me dio un beso y me agradeció el detalle.
Le pregunté si me iba a llevar con el abogado que me recomendó para resolver un problema personal familiar que tenía. Él lo recordó y me dijo que sí, que en cuanto terminarán la jornada me llevaría con ese abogado. Acordamos vernos más tarde.
A las tres de la tarde nos vimos frente a la salida y caminamos hacia la oficina de dicho abogado, cuyo despacho estaba cerca de ahí. ...
... Entramos al edificio, nos registramos y nos dirigimos al elevador. Varios abogados saludaron a Osmar, lo conocían. Marcó el piso cinco e íbamos solos, situación que aprovecho para fajarme unos momentos. Se detuvo el ascensor, se separaron y salieron al pasillo. Un abogado al ver a Osmar lo saludó efusivamente y le pidió pasar unos momentos a su oficina en cuanto se desocupara. Así quedaron y continuamos hacia el despacho.
Al llegar, un abogado maduro, robusto de aspecto serio nos saludó y me percaté que me recorrió mi cuerpo de pies a cabeza con su mirada, discreto, pero evidente. Osmar le planteó el problema que tenía y por unos momentos, el litigante se quedó con la mirada centrada en mi cuerpo y sobre todo se regodeó cuando me senté con las piernas cruzadas, que para el caso llevaba una falda corta, sin medias, zapatos de tacón y una blusa coqueta. Dubitativo, por fin asintió y mencionó que sí me podía ayudar.
¡Perfecto! exclamó Osmar y dijo: Los dejo un momento para que platiquen del asunto, se pongan de acuerdo y vean los detalles; yo regreso en un rato. Él salió de la oficina y nos dejó solos. Un poco nerviosa por la mirada libidinosa del abogado sobre mí, me acomodé en la silla y me relajé pensando que total si eso facilitaba las cosas, pues “flojita y cooperando” me dije. Le comencé a explicar el problema y el abogado escuchaba atento, pero desviando por momentos su mirada a mis pechos y mis piernas.
Coqueta, me acomodaba cruzando de un lado a otro mis piernas, ...