MANOLO. Suegro, consuegro y padre - Relatos Eróticos

MANOLO. Suegro, consuegro y padre

... al lado de la piscina. Llegaba la primavera y después vendría el verano y pronto me veía haciendo vida en aquella pérgola.

A medida que mi hijo y su novia iban confraternizando más, las visitas de ella a la casa eran más habituales. Casi ya veía y compartía más tiempo con ella que con mi hijo. A ella le gustaba que le explicara cosas de mecánica y de mis aficiones.

Andaba ella sacándose el carnet de conducir en aquel año y me ofrecí a enseñarle cuatro cosas si lo precisaba. Cuando me puse a construir la piscina se ilusionó mucho, más que mi hijo, que para él, el hecho era indiferente. Pilar me ayudó en diseñar la pérgola y participó en la elección del mobiliario y los enseres que se precisaban. En lo único que no convergía bien con ella, es que era muy religiosa, para ella Dios, lo era todo, y a la semana no faltaba a una misa los domingos. En cambio yo paso totalmente de cualquier religión.

Un día mi hijo y su novia me dijeron que querían hablar conmigo. Aquel año mi hijo cumpliría los diecinueve años y tenía que cambiar de universidad, debía desplazarse a la capital para aquella rama que él quería estudiar. El problema era la economía. Él no tenía economía propia y todo esto costaba un dinero. Me pidió ayuda. Estuvimos haciendo cuatro números y era pasta. Me propuso que el trabajo que la señora venía a hacerme una vez a la semana, podría hacerlo Pilar, su novia, y así podría destinar esta parte de dinero a él. También me propuso que Pilar podría ayudarme en el ...

... taller, los trabajos de oficina eran lo suyo y además ella estudiaba administración de empresas y sabía los temas de oficina como iban, y que en vez de pagarle, el dinero sirviera para él. ¡Joder! pensé, el chaval parece tonto y tiene una esclava que trabajará para él. Este pensamiento me hizo gracia. Les dije que me lo replantearía y le advertí a él que buscara algún trabajo para el verano, o viniera a currar al taller aunque fuera limpiando, así podría ahorrar algo de dinero.

Llegó la primavera y ya el verano, un día Pilar me dijo que tenía ganas de que conociera a sus padres y me propuso hacer un asado en la barbacoa de la piscina y hacer una comida familiar para la presentación.

- Oye Pilar ¿Se lo has comentado a mi hijo la idea?

- Sí claro Manolo, pero me ha dicho que yo misma, que te comentara que a él todo le parecía bien.

- Él a su bola como siempre, pero, sí Pilar, será un placer conocer a tus padres y haremos una buena barbacoa y una mini fiesta, verás cómo voy a hacerte quedar bien.

- Gracias Manolo, eres encantador ¡Ojalá! Jaime fuera igual que tú.

- No te preocupes, ya cambiará

Días antes del encuentro con la familia de Pilar estaba yo bañándome un domingo en la piscina. Había quedado con una clienta amante pasar el día en casa, comer, beber, joder y no obedecer. Un día de estos al que a uno le apetece la caña. La mujer tenía al marido en el hospital, le habían practicado según me dijo una operación de intestinos. La muchacha se llamaba Dolores y ...