Padre soltero
Fecha: 25/06/2025,
Categorías:
Hetero
Sexo con Maduras
Autor: Unrelatistamas, Fuente: SexoSinTabues30
... con mis manos, a la vez que buscaba hacer contacto con su boca, sin embargo, ella se resistió en esta ocasión a besarme. Al sentir que iba a eyacular aceleré mis embestidas, al grado que sus leves gemidos incrementaron de volumen, lo cual me llevó a una de las mejores corridas de mi vida, sintiendo que un orgasmo como jamás en la vida.
Tras eyacular, un gran cansancio se apoderó de mí, por lo que me tumbe junto a Helena, quien también tenía la respiración entrecortada. Ya más calmado, le comencé a hacer preguntas.
Yo. β ¿El profesor viene mucho?
Helena. β Si, ha venido desde el lunes.
Yo. β ¿Cómo lo convenciste?
Helena. β Le pedí que, si podía hablar a solas con él, y ya que estuvimos en un salón solos, me quité la falda, me le acerqué, le bajé los pantalones y comencé a chuparle la verga. Después de eso, me siguió a mi casa y me folló, y desde entonces lo ha hecho todos los días.
Yo. β ¿Desde cuándo has cogido? ¿Tú papá te quitó la virginidad?
Helena. β Mis padres se divorciaron cuando tenía tres, la misma noche en que mi mamá se fue, él entró a mi cuarto y me violo. Desde entonces duermo con él todas las noches.
Yo. β ¿Siempre eyacula dentro de ti?
Helena. β Si.
Mientras platicábamos mi pene se volvió a poner erecto, como cuando era adolescente. Helena al notar esto, se acercó a mi pene y comenzó a succionarlo, mostrándome su gran experiencia en dar mamadas tras tantos años de dormir con su padre. La verdad en este punto ya se me había ...
... olvidado de que ella era la mejor amiga de mi hija, para mi solo era importante satisfacer mi lujuria con ella.
Cuando al fin eyaculé y Helena se cercioró que no se me paraba otra vez, se paró, se puso unos calzones, y me pidió que yo también me vistiera. Ya que estaba vestido, ella tocó a su puerta, la cual abrió su padre con una gran sonrisa.
Agustín. β Espero que lo hayas disfrutado. Pero más que nada, que vuelvas pronto.
Me dio la mano, y me dirigió a la entrada de su departamento.
Una semana después, mientras regresaba con mi hija de hacer las compras, me encontré con Agustín. Mi hija al verlo se asustó y se puso detrás de mí, lo cual me pareció lo más normal del mundo. Cuando pensé que no tendría que hablar con él, Agustín volteó a ver a mi hija y le dijo.
Agustín. β Lucía, ¿Nos puedes dejar solos? debemos tener una plática solo adultos.
Ante esta petición, mi hija volteó a verme preguntándome con la mirada si debía hacerle o no caso a nuestro vecino. Ante mi respuesta afirmativa, Lucía se alejo unos cuantos metros en dirección a nuestro departamento.
Agustín. β Bueno, ahora que estamos solos, ¿Por qué no has ido a visitar a Helena? Se ha sentido muy solita sin ti, aunque el profesor ha seguido viniendo a diario.
Yo. β No tengo dinero para eso en este momento.
Agustín. β Si es el dinero lo que te preocupa, nos podemos arreglar de otra forma. Como, por ejemplo, darme a tu hija. Haz de cuenta que haríamos un intercambio de hijas.
Yo. β ¿Acaso estas ...