1. Amor inesperado de una joven casada


    Fecha: 27/06/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: dulceymorboso, Fuente: TodoRelatos

    ... sido el alumno aplicado y en mis pechos aplicaba todos los conocimientos adquiridos.
    
    La conexión de nuestras mentes le hacía saber todo lo que necesitaba y quedó comprobado cuando acercó su cara a mis pechos y los comenzó a lamer, besar, chupar.
    
    No se en qué momento había desabrochado la camisa pero cuando agarrando mis nalgas me atrajo hacia él y sentí su poblado pecho en mi estómago, pubis, e incluso algunos de sus vellos rozar mi vagina, me estremecí como una hoja agitada por el viento. Ese roce, mezclado con el placer que me estaba regalando en los pezones con sus labios, hacia que mi vagina se inflamara apunto de explotar.
    
    El alumno aplicado se dio cuenta de ello y me apretó más fuerte contra él haciéndome sentir desfallecer al sentir todos esos vellos colarse entre los labios vaginales. Mi coño palpitaba cada vez mas fuerte y supe lo que eso significaba. Él también lo sabía.
    
    Esta vez fue ese leve mordisco en mi pezón, el que abrió las compuertas de mi vagina. A pesar de saber que lo iba a dejar perdido fui yo la que apreté mi coño contra su pecho y su cara contra mi teta. Desconozco cuántos chorritos salieron expulsados, pero mis piernas flaquearon y al caer de rodillas frente a él, tenía todo el pecho mojado y de sus vellos se desprendían gotas que terminaban cayendo sobre el pantalón.
    
    - Perdona – le dije cogiendo la sábana y limpiando su pecho – Te he puesto perdido.
    
    - Es maravilloso lo que te pasa.
    
    Su pantalón estaba empapado y al mirarlo, pude ...
    ... darme cuenta que estaba abultado. Acerqué mi mano, la apoyé sobre su bulto y lo miré a los ojos.
    
    - Me dejas hacerlo?
    
    - Haz lo que desees, bonita.
    
    No tardé en desabrocharle el pantalón y lo bajé, junto con su ropa interior, hasta las rodillas. Su pene apuntaba al techo y lo único que deseé al verlo fue tenerlo de nuevo entre mis labios. Se la chupé con ansia, en aquellos momentos me daba igual que supiera que me encantaba hacerle aquello y que se diera cuenta que me excitaba su sabor. Cuando sentí que se iba a correr, palpé sus testículos. De nuevo estaban pesados y supe que iba a llenar mi boca con su semen.
    
    Gimió. Aumenté el ritmo de mi cabeza. Me sentí feliz al notar como comenzaba a expulsar el semen en mi garganta y logré tragarme todo.
    
    Una vez vestida, salí de la habitación y al pasar por el baño, vi que Carmen se estaba secando. Asomando mi cabeza por la abertura que dejaba la puerta la miré.
    
    - Carmen, me voy – le dije.
    
    - Ah, hola cariño! – me miró con alegría – Pensé que ya te fueras.
    
    - No – le sonreí – Me llamas por la tarde?
    
    - Si, te llamo.
    
    - Chao – le lance un beso desde la puerta.
    
    - Chao, corazón.
    
    En cuanto llegué a mi piso me dejé caer sobre el sofá. Me sentía totalmente confundida con todo lo que había pasado desde que había salido de casa la noche anterior. Repasé mentalmente todo lo sucedido; la cena, el bailar con Eduardo, la película… Todavía me resultaba increíble que hubiera sido capaz de irme de la mano de ese hombre a la ...
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