El sueño de Martha
Fecha: 01/07/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: ElFantasmaRojo, Fuente: TodoRelatos
... compra nada. Y a ti ¿cómo te fue en tu examen? —Preguntó con toda la normalidad posible, pero le costaba trabajo ocultar la excitación que le provocaba la sorpresiva presencia de su hijo.
—Lo pasé sin trabajos. Alguien me debe algo —contestó guiñándole un ojo. Constanza le dio un golpecito en el brazo sintiendo como se humedecía su panty poco a poco.
—Ya veremos… Por ahora ve a secarte y ayúdame a preparar la cena, que dormí mucho y tengo hambre— Concluyó dándole un rápido beso en la mejilla.
Constanza salió a la cochera con las piernas temblorosas. Temía que los descubrieran y ahora no sabía que hacer. Revisó el móvil y tenía varias llamadas perdidas de su hijo, así como infinidad de mensajes. <<Bueno, por lo menos se cargó el telefono>> se dijo a si misma ruborizada.
Por la noche, los 3 se sentaron a cenar en la sala. Habían preparado varios platillos, todos favoritos de Benjamín. Constanza no dejaba de lanzarle miradas a su hijo que disimulaba perfectamente. De cuando en cuando, le acariciaba la pierna y cuando su tía no los veía, subía la mano hasta su entrepierna y luego a sus pechos. Constanza inmediatamente se libraba de él pero continuaba con sus caricias, hasta que no tuvo más remedio que ceder pues estaba verdaderamente excitada.
Martha de pronto se quedó dormida y Benjamín aprovechó para besar a su madre en los labios. Ella respondió sus besos sin quitarle la vista a su hermana, y cuando las manos de su hijo subieron nuevamente hasta sus pechos, ...
... apagó la televisión quedando toda la casa a oscuras. Se acariciaron un momento, siempre pendientes de la respiración de Martha que, al cabo de un rato, se despertó. Los tres se despidieron y sin más, cada uno fue a su respectiva habitación.
Cerca de las 3 de la mañana, Martha despertó al escuchar ruido en el pasillo. Trató de ignorarlo, pero se volvía cada vez más insistente, por lo que se levantó a ver qué ocurría. Al acercarse al pasillo, Martha constató que los sonidos provenían de la habitación de su hermana, cuya puerta se había quedado entreabierta. No tardó en distinguir gemidos apagados y la voz de otra persona. <<¿Álvaro? ¿Qué no estaba en Pachuca?>>, pensó al escuchar la voz masculina, y presa de la curiosidad, salió de puntillas de su habitación hasta la puerta de su hermana. Estaba follando, no cabía duda, pero ¿con quién? —No me entró bien, te dije que estoy muy apretada todavía. —Se oyó la voz de Constanza, que hablaba lo más bajo que podía. —No… mejor por el otro, ¡me vas a lastimar! —Dijo ahora subiendo la voz. Se hizo un silencio y la escuchó gemir un poco más —No empujes, deja que yo me siente… —Martha sintió el calor de la excitación recorrer su entrepierna y aunque se moría de ganas por asomarse, se quedó inmóvil con la oreja casi pegada al borde de la puerta. Su hermana estaba follando y por lo que escuchó, estaba a punto de darle el culo a su amante. ¿Pero quién era? Se le ocurría al menos una decena de amigos mutuos que darían lo que fuera por cogérsela ...