1. La psiquiatra: La escalera del descenso (1 de 8)


    Fecha: 04/07/2025, Categorías: Dominación / BDSM, Autor: elincubus, Fuente: CuentoRelatos

    La doctora Mónica Ricaldi tenía delante de si al que sería el último paciente de su vida, al menos al último que le prestaría atención profesional; sin embargo en ese instante ni en sus mas locos sueños habría podido imaginar lo que le iba a suceder en el futuro cercano.
    
    Aquel día recibía por primera vez a Miguel Ceres en su elegante consultorio de la exclusiva torre de especialidades Capricon, fruto del esfuerzo de construir durante años una prestigiosa carrera en la psiquiatría. El chico rondaba los 19 años y estaba allí sentado de manera enjuta mirando al escritorio que separaba a ambos. Normalmente no veía a aquel tipo de casos en su consulta del día a día, en parte porque sus honorarios eran bastante elevados y en parte porque colindaban con actuaciones cercanas con la policía y era algo que ella prefería evitar.
    
    Por comodidad los días se le iban en pacientes depresivos, ansiosos, bulímicos y sus opuestos. Tan rutinaria era su consulta que cuando su colega, el doctor Max le propuso ver a Miguel Ceres como un caso especial y la puso en antecedentes, despertó en ella su curiosidad. Ella se limitaría a examinarlo por 3 sesiones y dar un veredicto sobre si el muchacho representaba un peligro para otras personas, su caso era tan particular que analizarlo podría llevarla a tener un avanza significativo en su carrera profesional. Así que sin pensárselo mucho aceptó fascinada a hacerlo pro-bono. Aquellos casos eran los que la habían llevado a estudiar ...
    ... psiquiatría.
    
    Mirándolo bien, fuera de su posición enjuta y su delgadez que no parecía del todo sana; Miguel era un chico guapo, un poco mas alto que la doctora que medía sus buenos 1,74 metros. Tenía una cabellera castaña desordenada y unos ojos almendrados muy grandes rodeados por sendas ojeras.
    
    “Bienvenido Miguel, soy Mónica y seré tu doctora; puedes hablarme de “tú” si así lo deseas”. Miguel le devolvió una rápida mirada y volvió a bajar la vista murmurando un tímido “Gracias” y como nada mas sucedió, la doctora Mónica comenzó con la consulta. Notó que ahora tenía un ligero temblor en la mano.
    
    “Miguel, quiero que te relajes y me digas si sabes porqué estás aquí”. Miguel no respondió pero volvió a echarle otro vistazo a la doctora, esta vez se detuvo una fracción de tiempo mas en mirar su rostro y quizá dos fracciones mas en el escote de su blusa negra en el cual se adivinaban un par de pechos generosos. La doctora Mónica no estaba segura si de verdad había mirado su escote por un segundo y por reflejo se cerró mas la bata blanca que llevaba puesta.
    
    De pronto Miguel sacó una caja de golosinas y de ellas sacó una especie de panqué de chocolate.
    
    —¿Qué comes? —Le preguntó la doctora Mónica.
    
    —¿Esto?, son unos chocolates que me dio el doctor Max para que me entretuviera el hambre si me ponía nervioso. ¿Quiere uno? —y le deslizó por la mesa y sin hacer contacto visual la cajita de chocolates.
    
    Aquél era un truco del doctor Max para hacer hablar a sus pacientes. La doctora Mónica ...
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