1. Sumisa infiel y marido cornudo


    Fecha: 06/07/2025, Categorías: Dominación / BDSM, Autor: sumisabondage, Fuente: CuentoRelatos

    ... teléfono, llamó a recepción, y preguntó si había llegado mi novio. Le dijeron que sí, y pidió que subiera.
    
    Yo temblaba de nervios y emoción en silencio. Cuando sonó el timbre mi corazón se puso a mil, y ya cuando entró en el despacho se me disparó a ochenta latidos por minuto por lo menos. ¡Incontables!
    
    La entrada de mi novio fue muy intensa para mí. No habló, no preguntó, y no dijo nada. Supuse que debería de estar mirándome embobado pensé, que se debería de sentar en el sillón que vi al llegar, y absorta en lo que estaría pensando me sorprendió un azote de regla en mi culo.
    
    “¿Qué se dice?” – me ordenó el Amo, y al instante dije “gracias, señor”.
    
    Inmediato sentí el segundo, y dije “gracias, señor”.
    
    Otro azote, “gracias, señor”.
    
    “¿Te gusta, verdad?”.
    
    “sí, señor”.
    
    Volvió a azotarme, y volví a decir “gracias, señor”. Lo decía yo tras cada azote, y aunque fue con la voz trémula seguí obediente hasta el último azote, quince en esa serie, “gracias, señor”, dije en el último.
    
    Con el culo rojo y caliente me ordenó mantenerme inmóvil en la posición hasta nueva orden. Yo seguía cabizbaja, y con el oído estaba sumamente atenta a si mi novio decía algo o hacia cualquier tipo de gesto. Seguía callado, y mi tímpano lo único que captaba era al señor moverse con un misterio sensual que me hizo más sensible a cada ruido. Entre los sonidos capté el chirrido del respaldo del sofá, y una sonrisa trazaron mis labios.
    
    Me quedé en silencio y a la espera. Los minutos ...
    ... me parecieron horas. En medio de esa incertidumbre, el Amo se acercó hasta tocar su camisa con su espalda. Me susurró en voz baja al oído que mi novio me estaba mirando, que sonreía y se le veía feliz, y que le iba a dar su demostración de cornudo, justo cuando puso las yemas de su dedo en mi clítoris y empezó a masturbarme.
    
    Aprisionó mi clítoris con su índice, o mejor dicho creo que fue el anular, y frotaba con un tacto que yo lo disfrutaba plenamente. Me imaginaba la mirada atenta de mi novio, oyendo mis suspiros mientras tocaba mi clítoris y mis labios que lo rodean. Notaba mi vagina empaparse, muy húmeda, y esperaba que en cualquier momento metiera un dedo, pero el Amo seguía inmerso en mi clítoris. Yo controlaba los jadeos para no ser escandalosa, pero cuando su lengua resbaló por mi cuello fue inevitable los gemidos a mayor volumen. No podía reprimirme. Yo movía sólo la cabeza de un lado a otro. Mi cuerpo estaba empezando a advertir de las convulsiones que nos invaden en el orgasmo correrme, y el orgasmo se avecinaba porque movía su mano sobre mi clítoris a la velocidad del rayo. Frotaba dominante y controlador, y me lamía el cuello que me derretía. Poseída por el placer, aguanté las piernas estoicas, cerré los labios mordisqueados con mis dientes para contener los gemidos, pero entonces aumentaron los resoplidos nasales. El orgasmo era inmediato, y el correrme fue como un poder sobrenatural contra el que no podía, o no sabía, o no quise, luchar. Me entregué, y gemí ...
«1234...7»