Nuestra primera infidelidad 4. Mi mujer y su amiga
Fecha: 10/07/2025,
Categorías:
Intercambios
Autor: Dani, Fuente: TodoRelatos
Aquella noche mi mujer salió a cenar con su compañera Susana. Era una noche de chicas, me dijo, así que me quedé en casa intrigado por si ocurría algo entre ellas.
No dejé de dar vueltas en la cama, inquieto y agitado. La idea de que mi madura mujer y su joven compañera se lo estutuvieran montando me desconcertaba y, a la vez, me excitaba. Parecía una locura, algo casi imposible por la diferencia de edad, pero, al recordar el numerito que se montaron las dos en la cena que organizamos en casa, me parecía algo más que probable.
Cuando por fin llegó Lorena, estaba muy despierto. Se acercó a mí y me besó en los labios. Yo la cogí de las caderas y le sonreí. Olía a sexo y a perfume de mujer, probablemente de su amiga.
Me dijo que se iba a duchar porque venía muy cachonda y tenía muchas ganas de follar. Le dije que no hacía falta, que me encantaba como olía, mientras acariciaba su culo por encima del pantalón, ya empalmado, y le pregunté cómo había sido la velada.
- Ha sido muy intensa -me dijo-.
- ¿Intensa?
- Sí, increíble, llena de sorpresas.
- ¿Que ha ocurrido? -pregunté cada vez más impaciente.
- Bueno, quedamos en un restaurante, llegué un poco tarde por culpa del tráfico y ella estaba sentada esperándome. Me saludó con una sonrisa, aunque parecía que algo no iba bien. Pensé que estaba enfadada por mi retraso, pero se levantó y me saludó con un sonoro beso en la boca y un abrazo.
- Esta chica no se corta nada -le contesté a Lorena-.
- Me daba ...
... un poco de vergüenza porque la saco veinticinco años, podría ser mi hija, pero a ella le da igual lo que piensen los demás. Los otros clientes me miraban con envidia.
- Estarían excitados, como yo ahora -le dije poniendo mi mano sobre su pecho y besándola en la boca. Ella se separó para seguir hablando.
- Puede ser porque Susana iba muy sexy, con un elegante vestido de satén de tirantes que se le pegaba a la piel. Bajo la tela destacaban sus firmes y perfectos senos, y, como no llevaba sujetador, se adivinaban los pezones erguidos. Para colmo, el vestido se abría dejando la pierna prácticamente desnuda. Es tan guapa y sensual que todos estaban pendientes de ella.
- Seguro que a ti también te miraban, me encanta como te sientan los vaqueros y esa camisa que te pusiste, transparente... y las botas de tacón…, me hubiera encantado estar con vosotras. - Le dije a Lorena, pero ella no parecía escucharme, y continuó con su historia.
- Pedimos la cena, el camarero aprovechaba cada viaje para escrutar el escote de Susana. Ella no se ofendía, sino que le sonreía, y yo, aunque te parezca extraño, me sentía un poco celosa por ese coqueteo incipiente.
- ¿Tú? ¿no te estarás enamorando de ella?
- No, sabes que no soy lesbiana, pero conoces a Susana, atrae a hombres y mujeres por igual, no importa que seas heterosexual o no, ninguna chica se le resistiría.
- Puede ser, la verdad es que es muy atractiva.
- Bebimos mucho vino -continuó mi mujer-, al final de la cena ...