Nuestra primera infidelidad 4. Mi mujer y su amiga - Relatos Eróticos

Nuestra primera infidelidad 4. Mi mujer y su amiga

... revolvía en mis tripas, como una punzada de deseo que se incrementó cuando Susana me cogió del brazo y me acerco a ella para darme un beso en la boca mientras me decía lo mucho que le gustaba. Se dio cuenta de que me había agobiado un poco y cambió de tema de conversación durante el resto del camino, logrando que me relajara.

- ¡Uf! ¿Y no te besó más durante todo el camino?

No, pero llegamos al pub cogidas, muy juntas, y algo borrachas. Enseguida vino a atendernos su amiga Irene, una de las propietarias. Era una chica joven, bastante atractiva y con algunos rasgos masculinos. Ambas se abrazaron muy efusivamente y se dieron un beso en los labios. Cuando me presento a Irene, me dio también un beso en la boca pensando que era lesbiana, pero Susana le aclaró que sólo era una amiga, y "por desgracia hetero, todavía...". Irene se disculpó un poco azorada, lamentando haberse confundido pero, me dijo que era del tipo que le gustan a Susana por lo que pensó que era un nuevo ligue.

- ¿Qué le contestaste?

- Que no se preocupara, que no me molestaba en absoluto, al contrario. Ella se rió y me dijo que tuviera cuidado porque nadie se resistía a Susana. Luego nos acompañó hasta una mesa y le pedimos a una camarera dos ginebras con tónica.

- ¡Pero si ya estabais borrachas! ¿seguro que no querías tirarte a tu compañera -volví a interrumpir a mi mujer.

- Si te digo la verdad, una voz dentro de mi me pedía que la comiera los labios, pero me resistí. Susana me confesó que ...

... acababa de romper con su novio y que por eso estaba triste. Yo no sabía qué contestarle. Ella se acercó a mi oreja y me susurró que tenía unos ojos muy bonitos y que le encantaba estar conmigo.

- ¿Y os enrollasteis?

- No, aunque reconozco que lo estaba deseando, porque tener a ese pibón ligando conmigo... No me lo podía creer.

- Sigue, sigue, la historia se pone cada vez más interesante.

- Había una pista de baile, y Susana me preguntó si quería bailar. Le contesté que sí y nos fuimos hacia allí cogidas de la mano. Me sentía flotar en aquel ambiente. Junto a nosotras había varias parejas de chicas bailando y algunas se besaban apasionadamente. Me deje llevar por el ritmo de la música, y, de repente, Susana posó sus manos sensualmente en en mi cintura. Nuestros movimientos se acompasaron y mi amiga me miraba fijamente esperando que le diera alguna señal para besarme otra vez. Pero no se la dí. Cambió la música y pusieron una lenta. Nos abrazamos juntando nuestros cuerpos. Por primera vez en mi vida, me excite al sentir unos pezones duros de mujer apretados contra los míos. Cerré los ojos y puse mis brazos alrededor de su cuello y me dejé llevar por ella.

- ¿Y os besasteis?

- No, qué va, todavía no, hasta que, pegándome mucho a ella, le dí un beso en la mejilla y le agradecí que estuviera allí conmigo. En ese momento, ella juntó sus labios con los míos. Fue un beso dulce y sensual, como si nos saboreáramos despacio la una a la otra. Y así, fundidos nuestros ...