Nuestra primera infidelidad 4. Mi mujer y su amiga - Relatos Eróticos

Nuestra primera infidelidad 4. Mi mujer y su amiga

... estábamos muy alegres, y empezó a confesarse. Me habló de sus relaciones pasadas, tanto con hombres como con mujeres. Me dijo que, en el instituto, cuando apenas tenía dieciséis años, tuvo una amante de cincuenta años, que nunca olvidaría porque fue quien la desvirgó. Ella sacó el móvil para enseñarme las fotos de su amante. las fotos mostraban una mujer de mi misma edad, alta, de más de 1,70, con una larga melena rubia y lacia, guapa, aunque ya con algunas arrugas, y una estupenda figura. Me miró sonriendo y me dijo que parecía que me gustaba. "Y a quien no", le contesté. Creo que me puse roja. Y ella me susurró que igual yo era bisexual.

- Sigue, parece que te estaba tirando la caña.

- No lo sé. Luego me dijo que si me podía hacer una pregunta indiscreta. Le contesté que sí y me soltó que si nunca había tenido curiosidad de estar con otra mujer.

- Vaya, no se acordaría del numerito que montasteis las dos en casa cuando vino con su novio a cenar -le dije a Lorena-.

- Ya, pero no se refería a tontear sino a hacer el amor de verdad. Llegar hasta el final. Decidí sincerarme y le reconocí que había fantaseado en muchas ocasiones con estar con otras mujeres, le confesé que algunas veces tenía esa fantasía, incluso en mis momentos más íntimos, y que me excitaban las películas y relatos sobre relaciones lésbicas, pero que me consideraba hetero, como mucho hetero curiosa.

- Cada vez se pone más emocionante, sigue, por favor -le rogué a mi mujer, la historia me ...

... estaba poniendo cada vez más caliente-.

- Yo estaba cada vez más nerviosa con sus preguntas y Susana me cogió de las manos y me dijo que me tranquilizara, que ella se había acostado con muchas mujeres hetero, que no pasaba nada. Le contesté que me perdonara, que yo no era ninguna puritana pero que nunca había hecho el amor con otra mujer. Ella me sonrió y me susurró que no sabía lo que me perdía si no lo había probado.

- Guau, tu compañera iba a saco a por ti -interrumpí a Lorena.

- Mirándome con aire seductor me dijo que le recordaba un poco a su profesora, la mujer con la que perdió la virginidad, pero que yo era aún más guapa. Estábamos un poco achispadas y me confesó que era muy feliz por haber descubierto muy pronto su inclinación bisexual. Como la escuchaba con gran curiosidad, se recreó narrándome la primera experiencia lésbica con su profesora, sin omitir los detalles más fogosos. No sé si sería el alcohol o sus sensuales palabras, pero notaba mis bragas cada vez más húmedas, hasta tal punto que tuve que ir al servicio varias veces para aliviarme, tocando mi chorreante sexo. No quería caer en sus redes y reconocer que estaba loca de deseo por hacer el amor con ella.

- Joder, Lorena, que caliente me has puesto.

- Pues espera que hay más. Después de cenar, me preguntó si quería ir a un pub cercano que habían abierto unas amigas suyas, "un bar de ambiente", me aclaró. Le dije que no me importaba en absoluto, al contrario, y nos encaminamos hacia allí. Algo se ...