GINA: LA HISTORIA Cuarta parte - Relatos Eróticos

GINA: LA HISTORIA Cuarta parte

... de la mano y me dijo: Perdóname por lo de anoche, no sé que me pasó pero sentía necesidad de tener algo de calor humano. Tú sabes que no tengo novia y mis padres dividen su amor con mis hermanos.

No te preocupes, le contesté, entiendo tus razones. Y será mejor que descanses y te pongas bien para que comas algo si no, te vas a enfermar de verdad. Lo dejé acostado y lo arropé y me salí.

Mientras desayunaba me puse a pensar en la situación de Manuel, pues realmente se le notaba su necesidad de afecto. Yo no pensaba para nada en involucrarme en ningún tipo de relación con él, salvo la de amistad y la de ser compañeros de casa. Estaba por terminar mis alimentos, cuando Manuel salió de su cuarto y se sentó al otro lado de la mesa. Traía una cara de crudo que me hizo reír y le dije: ¿Ya te viste en el espejo?, eres el clásico hombre que se levanta después de una borrachera y se da cuenta que se gastó todo el dinero en la borrachera y se levanta pensando que le va a decir a su mujer. Esto lo hizo sonreír un poco y le pregunté que si tenía hambre. Sí, un poco; me contestó. Me levanté para servirle pero él me pidió que siguiera sentado y que él se serviría. No Manuel; le dije, quédate sentado y trata de reponerte, yo te sirvo. Diciendo y haciendo le serví sus chilaquiles, su café y más jugo. Conforme iba devorando la comida, su aspecto mejoraba y se llenaba de ánimos. Cuando terminó nos quedamos sentados tomando café y comentando que habíamos tomado demasiado, y que él no estaba ...

... acostumbrado a eso.

Entonces yo le dije: ¿Y que? ¿Pierdes la memoria con el vino o se te va la onda? Si es por lo que pasó en el sofá, me dijo; me acuerdo muy bien de eso y te vuelvo a pedir una disculpa. Yo me quedé un momento pensativa y le pregunté: ¿Entonces lo hiciste con plena conciencia? ; dime: ¿Qué razones te llevaron a hacerlo? ¿Eres gay? No sé, me contestó; solo sé que hay algo en ti que me atrae y no solo físicamente si no que siento que me podría enamorar de ti. Esta declaración me dejó estupefacta, pues yo sabía que Manuel no estaba enterado de mi vida privada mas allá de lo que yo le había dicho, y nunca le dije de mis preferencias sexuales. ¿Y que te hace pensar que yo aceptaría relacionarme contigo de esa manera? No te enojes, me dijo; perdóname, no volverá suceder.

Como era domingo y no teníamos nada planeado, le propuse que arregláramos la casa entre los dos y que saliéramos en la tarde a comer y dar un paseo. Sin embargo, se me quedaron en la mente las palabras que me había dicho en el desayuno:Que algo en mí lo atraía y no solo físicamente. Me sonaron raras cuando las dijo, pero ahora me inquietaban.

Decidida a llegar al fondo del asunto, me propuse cuestionarlo respecto a sus preferencias sexuales, pues se me hacía raro que no demostrara alguna tendencia homosexual, y yo trataba de ocultar las mías. Cuando terminamos el quehacer de la casa, nos metimos a bañar cada quien a su baño. Terminé yo primero y me senté en la sala a ver televisión, más ...