Esther: despedida de soltera en familia (11) - Relatos Eróticos

Esther: despedida de soltera en familia (11)

... enfrente para detenerla, haciendo que su madre se detuviera en el acto, con un gesto de sorpresa tan repentino que me sugirió que aquella actitud de su hijo no era nada esperada por Martha, que tal vez era la primera vez que en su vida desafiaba uno de los deseos de su madre - es hora de que te marches, Esther, te contactaré por medio de Mónica o de mi hermana para cumplir mi parte del trato, ¿De acuerdo? - asentí sonriente antes de que él tomara mi mano y la besara - gracias por esto, de verdad, muchas gracias - expresó, un segundo antes de que bajara del atrio, le hiciera una señal a Mónica, Paola y Rebeca para que se acercaran a mí mientras avanzaba en dirección a la salida de la iglesia tan rápido como mis piernas me lo permitían, haciendo que ellas corrieran para alcanzarme.

- ¡Necesitamos un lugar a donde ir! ¿Podemos quedarnos contigo unos días Mónica? ¡Te prometo que solo serían unos días! - pregunté en cuanto estuvieron cerca, ella asintió con prontitud sin entender del todo que estaba pasando - Bien, gracias, ahora tú y Rebeca - le dije a mi hermana - tienen que ir a casa, rápido, no se demoren, saquen toda tu ropa y la mía, todas nuestras cosas, luego alcáncenme en casa de Mónica, les mandaremos la ubicación por mensaje, pero dense prisa, no creo que Felipe pueda retener a mamá por mucho más tiempo, así que corran y nos vemos en casa de…

- ¡Esther! ¡¿Qué está pasando?! ¡¿Por qué…?! - preguntó Paola desesperada e incluso asustada.

- No hay tiempo de ...

... explicar, por favor, dense prisa y nos vemos en un rato, por mamá no te preocupes, no podrá encontrarnos y dudo mucho que lo intente después de lo que me hizo hoy y de lo que Felipe le va a decir ¡Vamos, dense prisa, no pierdan más tiempo! - las apuré, antes de ver cómo corrían hacia la salida de la iglesia, en medio del caos de murmullos y chismorreos que tenían lugar entre la gente que aún se encontraba en la iglesia.

Hasta el día de hoy recuerdo la última vez que vi a mi madre mientras abandonaba aquel templo, la mirada desquiciada que me brindó al forcejear con los tipos de seguridad en su intento por escapar de ellos, obsequiándome ese gesto lleno de odio al ver que sus planes habían caído gracias a mí y al saber que no podría hacerme nada, pues a partir de ese día, mi hermana y yo viviríamos muy lejos de su casa, completamente fuera de su alcance, bajo la amenaza de que si ella nos hacía algo, nosotras abriríamos la boca con respecto de cómo vendió a su hija durante la mayor parte de su vida y cómo ayudó deliberadamente a que dos hombres me violaran esa mañana, contando además con el apoyo de un nuevo amigo que había prometido no dejarme sola en esa clase de pelea.

Ana y Celia estaban acabadas y pronto también se quedarían sin casa.

GRACIAS POR LEER MI RELATO. LA PRÓXIMA SEMANA SE PIBLICARÁ EL FINAL DE ESTA SERIE, PERO TAMBIÉN PUEDES LEERLO AHORA MISMO EN MI PÁGINA DE PATREON, DONDE ADICIONALMENTE ENCONTRARÁS OTROS RELATOS Y SERIES DE AMOR FILIAL. TE INVITO TAMBIÉN A ...