1. La visita inesperada de mi cuñada y su hijastro


    Fecha: 20/07/2025, Categorías: Incesto Autor: nachoARG, Fuente: CuentoRelatos

    ... acostumbrados, ella nos saludó con un enérgico abrazo a ambos. Su cuerpo tallado a mano y con algunas cirugías encima se lucía con un conjunto deportivo de primera marca que calzaba perfectamente en su escultural figura. Su delgada cintura y su culo de gimnasio se llevaban miradas todos los días, acompañados por un par de implantes en sus tetas lo suficientemente grandes para darse cuenta de que esos senos no eran naturales.
    
    Mientras Karina daba detalles sobre el desastre que había dejado en su hogar la rotura de la caldera, yo me dedicada a observar disimuladamente a Esteban. Se podía decir con certeza que la simpatía y la sociabilidad no eran virtudes del joven de 25 años. Como la mayoría de los jóvenes de su edad, el teléfono celular era una extensión más de su cuerpo y apenas sacó su vista de la pantalla para saludarnos y agradecernos a Néstor y a mí.
    
    Esteban era una versión de su padre mucho más joven y atlético. En los ratos que no se la pasaba estudiando, el joven entrenaba a diario en un completo gimnasio que su padre había mandado a construir en la casa. El muchacho de un metro setenta de altura había heredado los rulos de Pablo y la encantadora sonrisa de su madre. El verano y las horas de sol junto a la pileta le habían dado a Esteban un tono de piel muy caribeño y las ondulaciones de sus músculos lo convertían en unos de esos chicos muy deseables cuando las hormonas te controlan. A tal punto que me vi obligada a sacar la mirada de esa remera musculosa ...
    ... más ajustada de lo normal y sus bermudas de jean. No me había dado cuenta del desarrollo físico del joven hasta esa noche.
    
    Los invitados entraron a nuestra casa y Karina dedico los primeros minutos a mostrar su encanto por nuestra decoración y cada cosa que teníamos. Nos miramos un microsegundo con Néstor en un gesto de complicidad; ambos sabíamos que nuestro humilde hogar no era nada comparada con la opulencia de la suya.
    
    Antes de que Néstor emprendiera su viaje, todos cenamos alrededor de la mesa. A pesar de ser una mujer adinerada y sin problemas, Karina no se consideraba el centro del mundo. Desde el principio, pudimos tener una conversación muy amena y se la notaba realmente interesada en los temas de conversación o los problemas que traíamos a la charla.
    
    La voz de Esteban apenas se escuchó durante la cena. El joven se dedicó a asentir o a mencionar algún breve comentario sobre alguna afirmación de su madrastra. El resto del tiempo siguió con su celular en una mano y con el tenedor en la otra. Como la crianza nunca fue un tema de nuestro interés, ni Néstor ni yo hicimos un comentario al respecto.
    
    En la mesa, Karina se había sentado a mi lado y en el lado opuesto, Esteban se sentó junto a Néstor. La ubicación me permitió ver de frente a mi sobrino postizo durante toda la cena y pude notar que en las pocas ocasiones que levantó la mirada, algunas veces lo hizo para clavar sus ojos en el marcado escote de Karina. Debo reconocer que sus tetas de quirófano eran ...
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