1. La visita inesperada de mi cuñada y su hijastro


    Fecha: 20/07/2025, Categorías: Incesto Autor: nachoARG, Fuente: CuentoRelatos

    ... de hacerme prometer que no le iba a decir nada a nadie, Karina me contó que había intentado presentarle a su hijastro a algunas hijas de sus amigas. A muchas les había parecido atractivo, pero su falta de simpatía y confianza debido a su encierro no dejaron que el joven haya tenido una vida social ni sexualmente activa desde la muerte de su madre biológica.
    
    Mi cuñada también me confió que la falta de deseo sexual no era el problema en Esteban, ya que más de una vez lo había sorprendido masturbándose frente a la pantalla de su computadora o su celular. Al escuchar sus palabras no pude dejar de imaginarme en la situación de encontrarme a ese joven con su pene en la mano y una minúscula electricidad recorrió mi cuerpo. No sé si Karina se habrá dado cuenta de las imágenes que recorrieron mi mente, pero una vez más pensé en que no me quejaría de tener una foto mental de esa situación, al menos para “relajarme” en mis largos ratos de soledad.
    
    Ella había intentado hablar de la falta de socialización de su hijo y lo preocupante de la situación con Pablo, pero él papel de padre presente nunca había sido su fuerte y la mayor parte de su tiempo estaba dedicado a hacer más dinero del que se podía gastar. Karina ya se había acostumbrado a esa situación y había dejado de insistir para lograr más presencia paterna en su casa.
    
    Luego de una larga charla y de una exquisita bebida, el reloj marcaba las dos y media de la mañana. La temperatura de la noche era ideal para seguir nuestra ...
    ... charla, pero el sueño proveniente del alcohol nos había invadido a ambas, al punto que nos costó un poco levantarnos de nuestros asientos. Fuimos adentro entre tropezones y carcajadas y nos dirigimos cada una a su habitación: ella a la de huéspedes en donde Esteban ya se había acostado hacía horas, y yo a mi cómoda cama grande.
    
    Me despojé de toda mi ropa y me acosté totalmente desnuda. Las burbujas del champagne no solamente se habían ido a mi cabeza; los labios de mi vagina estaban a muy alta temperatura, quizá ayudados por la imagen de mi sobrino postizo masturbándose. En cierto momento, me dije que lo que pensaba estaba mal, pero al final, los pensamientos son solo fantasías; solo hay que preocuparse por mantenerlas en ese plano. No debí haber sido la única persona que sorprendió a ese joven mirar con lascivia las tetas de su madrastra. Si nadie le dijo nada a él, tampoco estaría mal que yo me masturbara sola en mi casa con una simple creación de mi cabeza. Después de haber pasado esos tres días de locura, debo reconocer que no me iba a conformar con una simple imagen mental.
    
    Bajé mi mano hacía mi entrepierna y comencé a masajear suavemente el clítoris. Podía sentir esa humedad en aumento en la yema de los dedos y correando por la palma de mi mano. Estaba a mitad de camino al orgasmo cuando la voz de lo que no se debe hacer se prendió en mi cabeza; recordé que la obsesión por la seguridad de mi marido lo habían llevado a instalar cámaras en todas las habitaciones de ...
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