La visita inesperada de mi cuñada y su hijastro
Fecha: 20/07/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: nachoARG, Fuente: CuentoRelatos
... fluido, haciéndome retorcer de placer y dejando una mancha espesa sobre mis sábanas.
Luego de acabar, me invadió la típica culpa después del orgasmo; sabía que lo que había hecho estaba mal, pero me tranquilizaba pensar que nunca nadie lo iba a saber. Luego de sentirme satisfecha por semejante acto de amor propio, seguí observando un rato más como mi sobrino postizo se masturbaba; la curiosidad me llevó a querer ver como el hacía lo mismo que había hecho yo, pero lo cierto es que lo que iba a suceder me iba a dejar estupefacta.
Antes de que Esteban expulsara su leche, pude ver algunos movimientos en la cama que Karina ocupaba a su lado. Esteban también lo notó y, como pudo, tapó su verga endurecida con las sábanas y bloqueó rápidamente su teléfono. Masturbarse junto a su madrastra fue un riesgo que Esteban decidió correr, pero se notaba experiencia y velocidad a la hora de cuidarse cuando sus hormonas lo obligaban a descargarse.
Me había olvidado de mi orgasmo y seguía con la atención pegada a lo que sucedía en la habitación de al lado. Karina se movió un poco más en su cama y noté como prendía la luz de su teléfono; se había despertado y por poco no había visto a su hijastro, una vez más, con su falo en la mano, o al menos eso creía.
Ella se levantó lentamente de su cama e hizo dos pasos para ponerse junto a la cama de Esteban, lo miró por algunos segundos y se sentó en el borde de la cama. ¿Lo había visto? Si lo vio ¿Por qué se le acercaba a la mitad de la ...
... noche? Además, ella estaba en un conjunto de ropa interior negro. Me costaba mucho creer que hubiera tanta confianza en su vínculo como para mostrarse tan provocadora.
Ella sonreía. El ángulo de la cámara me dejaba ver su sonrisa. Parecía ser esa mirada con ternura, esa con la cual una madre ve dormir a su hijo, pero además de eso podía jurar que Karina sabía lo que su hijastro estaba haciendo antes de que ella se despertara.
Las acciones de Karina eran realmente desconcertantes, pero a la vez no podía sacar los ojos de esa extraña escena que la cámara me estaba mostrado. Esteban seguía acostado, disimulando estar dormido de una manera casi profesional; cualquiera que lo hubiera visto juraría que estaba en un sueño muy profundo, Karina sabía que no.
Ella pasó su mano por su frente muy despacio, una vez más, con una actitud propia de una madre, Esteban seguía inmóvil. Luego de acariciar unos segundos la frente de su hijastro, Karina tomó el celular del joven y pasó su pulgar por el táctil y comenzó a ver atentamente lo que se reproducía. Probablemente, el ruido del teléfono haya hecho reaccionar a Esteban; el movió su cabeza lentamente y fijo la mirada en su madrastra. Ella lo volvió a mirar con una sonrisa y apoyó su dedo índice en sus labios haciendo el típico gesto de silencia, el asintió con la cabeza. Karina volvió a fijar la mirada en el teléfono de Esteban y la misma mano que usó para acariciarlo con ternura, ahora la estaba usando para bajar la sábana que cubría a ...