Mi esposa, el regalo de cumpleaños de mi amigo
Fecha: 22/07/2025,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Alfre2, Fuente: CuentoRelatos
... ya se notaba detrás de la tela, una verga gruesa de unos 17 centímetros o muy cerca de ello (según dijo Fernando eran 18), pero principalmente era gruesa, no es que su largo no era de respetar, sino que el hijueputa de verdad tenía una verga gorda y venosa, que desde donde yo me encontraba podía notar lo venosa que era, diría yo del ancho estándar de una barra de jabón, sería la verga más gruesa que jamás se hubiese comido mi esposa, al menos frente a mí, claro está. Le dije a mi esposa que debía aguantar lo que se le venía.
Me encontraba frente a Carla por lo que no podía ver lo que sucedía en su colita, pero Fernando empezó a rozar su verga contra los labios vaginales de Carla. Carla se estremecía, mi comentario anterior la tenía a la expectativa. Fernando se meneaba de arriba a abajo y de un lado a otro, humedeciendo, no, haciendo empapar y abriendo cada vez más la vagina de Carla, de pronto, Carla empieza a quejarse, a gemir suave pero prolongadamente, Fernando le estaba metiendo la verga y Carla la sentía toda.
Ah ahhhh!
Decía Carla mientras dejó de mamar mi verga mientras cerraba sus ojos con la boca abierta, mostrándome la expresión más excitante que he visto. Sus ojos se blanqueaban cada vez que Fernando la embestía y yo apenas rozaba mi verga en los labios de mi esposa.
Fernando aún no se la metía toda, lo notaba por como jugaba a entrar y salir de Carla.
De pronto, después de poco más de un par de minutos de tenerla en tentativa, finalmente Fernando ...
... tomó a Carla firmemente de las caderas y le clavó toda su verga, y fue tan evidente por el tan extenso gemido que soltó Carla en ese momento:
“ahhh… aaaay!”
Su verga había entrado sin ningún impedimento. Creo que Carla había olvidado que me tenía en frente ya que en ese momento finalmente abrió sus ojos y me vio directo a los míos, se sonrió suavemente mientras apretaba sus labios, e inmediatamente empezó a mamar mi verga de nuevo. Estuvimos los tres en los mismos lugares por un buen tiempo, diría que al menos unos 15 minutos. Todo esto acompañado de cortas frases entre nosotros, como Fernando diciéndole a mi mujer:
Que rico culo tienes Carlita. Me lo vas a prestar un momento?
Carla sólo se sonreía y me miraba, de una forma coqueta, como diciéndome con su mirada:
Esa verga es muy grande para mí culo.
Y ciertamente lo era, nunca habíamos tenido un compañero con una verga tan gruesa, que estrechase tanto la vagina de mi mujer.
Carla en un momento no podía aguantar más tanta verguiza que recibía, y se acostaba por completo en la cama, tan solo levantando su culito mientras se recostaba sobre sus brazos . Mientras yo jugaba con su carita hermosa, golpeando sus cachetes con mi verga, y haciéndole notar a Fernando la putita que se estaba comiendo. Mientras, Fernando jugaba cada vez más con su culito, sacando la verga de su vagina y remojando su ano con sus mismos jugos, permitiéndole así cada vez meter la verga en su ano un poco más.
Mi esposa no es de dar el ...