Jamal de carne y hueso. Leonor - Relatos Eróticos

Jamal de carne y hueso. Leonor

... comer, que tengo un hambre...

Nos levantamos de las sillas y tras despedirnos, nos fuimos otra vez en dirección a la cabaña de la escuela.

Juan Pedro es hijo único de una familia de pasta. Su padre era constructor y llevaba toda una vida edificando en las playas y ensanchando las ciudades. Una empresa fuerte, aunque su hijo no había cogió su relevo todavía. Juan Pedro estudió empresariales y sus planes, cuando su padre se jubile, es coger los mandos de la empresa. Trabaja en la playa porque es un alma libre y no le gusta estar encerrado en una oficina, dice que se agobia. Lleva la vida guay de un surfero, mezclada con el dinero de un empresario de la construcción.

Su pelo largo despeinado, su moreno de playa y su ropa ancha, es un look estudiado para ser el más guay de la playa. Se le da bien las mujeres, y por eso cuando estamos juntos hay una especie de pique sano en ver cuál llama más la atención.

Como no, también tenía un cochazo que le había regalado su padre. Un Porsche Cayenne híbrido blanco, con el que aún destacaba más entre el público femenino.

En Coníl conocía a todo el mundo, y todo el mundo lo conocía a él, tenía amigos hasta debajo de las piedras.

- Vamos Jamal, que te voy a llevar al restaurante de mi amigo Rodrigo. Hacen los mejores pescaítos de la costa.

- Anda ya, los mejores pescaitos de la costa los hace mi madre en San Pedro. - Le dije dándole un toque cariñoso en el hombro.

- Bueno, Bueno. Igual de buenos, así no ...

... discutimos.

Juan Pedro había venido a Marbella unas cuantas veces y cuando quedábamos, íbamos al restaurante de mis padres. Así que ya había probado las delicias culinarias de mi madre, incluidos los pescaitos.

Caminamos por la playa hasta llegar a donde tenía aparcado su Porsche. Me gustaba ese coche y el lujo se notaba nada más entrar y sentarte en los asientos de cuero refrigerados. Bajamos las ventanillas y poniendo la música bien alta, el motor eléctrico del Porsche nos llevó por el paseo marítimo de Conil hasta la playa de los Bateles, justo en el centro de Conil.

A Juan Pedro le gustaba la música electrónica más comercial, sonaba Guetta cuando llegamos al aparcamiento de la playa cuando un grupo de chicas en bikini que paseaban al borde de la arena, se nos quedó mirando de manera descarada.

- Ves Jamal. Tengo un imán para las tías.

- Tenemos, Juan Pedro, tenemos. Aunque a ti solo te miran por el coche. - Dije con mi mejor sonrisa de fucker.

- Jajajajaja. Qué cabrón eres.

Bajamos del coche y dando un corto paseo, llegamos a la terraza del restaurante, estaba a tope.

Cuando el camarero vio a Juan Pedro, le señaló una mesa que estaba vacía y con un cartel de reservado.

- Ves Jamal. Hay que tener clase. Mesa reservada y todo.

- ¿Clase? Jajajja. Hay que tener teléfono y avisar. - Le dije, riéndome descaradamente.

- En la terraza no reservan mesas, a mi sí porque soy amigo del dueño. Es amigo de mi padre, fueron juntos al colegio, y este restaurante fue una ...