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Topicazos, fiesta de pijamas
Fecha: 30/07/2025, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
.. Hermana que vuelve de marcha y al volver a casa pilla a su hermana bollera de fiesta de pijamas con sus amigas. Mi hermana, Silvia, quería organizar una fiesta de pijamas con sus dos mejores amigas, Marta y Susana, como cuando era una niña. Al explicarme el plan toda entusiasmada parecía que volvía a tener doce años. Pero las tres tienen los diez y ocho y yo no creía que fuera un buena idea. Tampoco tenía argumentos para oponerme. Ellas querían recordar viejos tiempos y no era yo quién en para llevarle la contraria en esa situación. Me bastaba con quitarme de en medio arreglarme y salir con mis propias amigas de copas y a ligar algún macizo. Al fin y al cabo nuestros padres no estaban ese fin de semana. Y para colmo me habían dejado a mí de responsable. La única condición que les puse es que no se trajeran ningún chico a casa. Y todo terminara como el rosario de la aurora, con la casa destrozada por una fiesta descontrolada. Pero la última intención que podían tener era meter un chico en su diversión y yo en la inopia. Las famosas amigas habían llegado a media tarde y me tocó a mi abrir la puerta y recibirlas. Hacía tiempo que no las veía. Y joder como se habían desarrollado las puñeteras. Me quedé con la boca abierta al dejarlas entrar en el piso meneando esos culitos. Susana se había convertido en una rubia alta y espigada, con una larga melena y un cuerpo moldeado por alguna entidad sobrenatural, enfundado en una ajustada minifalda de lycra y un top ...
... que apenas era más grande que un sujetador. Marta en cambio había optado por la voluptuosidad en sus formas y es una curvy con todo muy bien repartido, pero en abundancia. Llevaba un mono de tela ligera, no suelto por que con su cuerpo se le marcaba todo y con la espalda completamente desnuda. Al pasar a mi lado las dos me echaron una buena ojeada. Una termina fijándose en esas cosas igual que en su evidente belleza aunque nunca había tenido ese tipo de inclinaciones. Tampoco es que fuera muy tapada, para estar por casa usaba una camisa vieja de mi padre muy lavada y fina, que apenas tapaba mi culo y un tanga sencillo. Creo que ellas radiografíaron todo mi cuerpo en esos pocos segundos. Pero no me dí cuenta de que que lo hacían con deseo. Así que me limité a dejarlas pasar e indicarles el cuarto de mi hermana que no se había dejado ver desde que habíamos metido los platos de la comida en el lavavajillas. No les presté mucha más atención. Durante un rato estuve viendo la tele y el móvil. Y ya más tarde me dediqué a arreglarme para salir esa noche. Había quedado con una de mis amigas, la última que quedaba en la ciudad en ese verano. Oía como en segundo plano música que salía de la habitación de mi hermana. Supuse que estarían charlando y bailado. Pero no pensé mucho en ello. Peiné mi larga melena, me maquillé y me enfundé en el vestido de lycra más corto y ajustado a mis curvas que tenía. Solo lo sujetaba el cuello halter, una tira que cruzaba por mi nuca y me ...