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Topicazos, fiesta de pijamas
Fecha: 30/07/2025, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... dejaba un escote fantástico. Llamé a la puerta de la habitación de Silvia para despedirme. Me dijeron que pasara. La escena que vi tuvo que darme alguna pista pero debía tener la cabeza en otra parte. Parecía que se estaban probando ropa, nada más. Yo también lo hacía con mis amigas, a veces usando solo un probador. Susana estaba junto al armario de mi hermana únicamente con un tanga de encaje muy sexi, las tetas al aire y con un sujetador de mi hermana en las manos. Giró la cabeza y pude ver su preciosa sonrisa en sus finos labios. Marta estaba sentada en el suelo. No le valdría ninguna de las prendas de las otras dos. Pero había soltado el peto del mono y lucia sus impresionantes tetazas al desnudo. A ojo tendría una talla ciento diez o ciento cinco. Admito que algo de envidia tenía de esas impresionantes mamas. A mi me cuesta rellenar una noventa y cinco. Mi hermana tumbada en su cama, boca abajo tenía puesto el top de su amiga y unas bragas, nada más. Lucía así el canalillo de sus tetas contenidas y el precioso culito respingón. Los largos muslos sobre la cama y con las rodillas dobladas tenía las pantorrillas y los piecitos levantados. Tenía el móvil en la mano. Pensé en que esperaba que si se estaban haciendo fotos no las publicaran en Internet. Al menos no vestidas así. - Bueno chicas, yo me voy. Portaros bien. - Pues claro. Contestaron las tres casi a coro. Me quedé un momento más mirando la escena y esperando a que Susana se pusiera el ...
... sujetador y ver cómo le quedaba ese conjunto. Como imaginaba parecía una modelo. También eché un último vistazo a los cántaros de la otra amiga. Mientras cerraba la puerta me pareció oír no sé en cuál de las dos voces: - Nena, ¡que buena está tu hermana!. Sacudí la cabeza y la melena y salí de la casa sin darle más vueltas. Fui al encuentro de mi amiga. Es guapa y sexy pero con ella jamás se me había ocurrido pensar en su belleza, de forma lasciva. Y eso que nos habíamos cambiado juntas y visto desnudas del todo un montón de veces. Al menos no como lo que había sentido con mi hermana y sus amigas un rato antes. Esa salida no fue muy memorable, más bien todo un fracaso. Tomamos un par de copas. Nos entraron un par de chicos. Pero para entonces ellos ya estaban tan borrachos que cuando intentaron meternos mano lo único que consiguieron fue calentarnos en vano. Al mío no pude ni besarlo por el olor a alcohol de su aliento. Pero durante un rato había conseguido alcanzar mi tanga con los dedos. Apoyados en una columna de la discoteca consiguió meter la mano entre mis muslos. Con sus caricias en mi vulva consiguió humedecerme, pero nada más que eso. Muy lejos del orgasmo se quedó dormido sobre mi hombro. Todavía puedo agradecer que no vomitara sobre mí. Cabreada, lo aparté para despertarlo y salí a la calle a tomar el aire. Me dio por pensar que igual lo estaría pasando mejor con mi hermana y sus amigas bailando en pijama o lencería y contándonos chistes malos. ¿Qué ...