1. Topicazos, fiesta de pijamas


    Fecha: 30/07/2025, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... estaba haciendo allí aguantando a borrachos?. Así que despidiéndome a la francesa me encaminé de vuelta hacia casa.
    
    Al abrir la puerta respiré hondo, aliviada. No había en marcha ninguna fiesta salvaje con chicos. En la cocina estaban las cajas de pizza que habían cenado y las latas de refresco. ¡Qué suertudo el pizzero cuando le abrieron esas tres beldades!.
    
    Fui hacia el dormitorio de Silvia de donde aún salía música a un volumen suficiente como para no molestar a los vecinos y un rayo de luz por debajo de la puerta cerrada. Aún seguían despiertas.
    
    Le di unos golpes a la madera para hacerles saber que estaba allí. Pero no oía ninguna respuesta sino más bien gemidos y suspiros. Volví a pensar en que allí había uno o más chicos. Abrí la puerta con cuidado. Al menos podría comprobarlo. No, no había ningún representante del género masculino. Habían juntado las dos camas de la habitación.
    
    Mi inocente hermanita y sus amigas se las apañaban solas. Ya habían terminado con los bailes y los chistes. Lo primero que vi fue el imponente culo de Marta que estaba arrodillada entre los muslos de mi hermana. Con las rodillas separadas podía ver el pubis y los labios gruesos y sensuales. Y hasta el ano oscuro entre las dos inmensas nalgas.
    
    Silvia gemía suave solo cuando la rubia separaba los labios de su boca. Y lo hacía solo para lamer sus tetas y chupar sus pezones. Ya ha quedado claro que no soy de piedra. Aunque nunca había tenido inclinaciones sáficas aquella escena me ...
    ... estaba calentando mucho más y más deprisa que los dedos del borracho.
    
    Susana, aunque tenía la manita de mi hermana entre sus muslos, fue la primera que se dio cuenta de mi presencia. Me sonrió.
    
    - ¿Qué haces en la puerta?. Ven.
    
    No dudé mucho y di un par de pasos dentro del cuarto. Allí hacía mucho calor pero no era del termómetro. Pude captar más detalles. En el culazo de Marta había un pequeño tatuaje, un triskel. Sus tetas colgaban acariciando y rozando los muslos de Silvia
    
    Mi hermana tenía los pezones tan en punta que parecían a punto de salir disparados. Tenía una mano sobre la cabeza de la curvy para que no apartara la lengua de su coñito. La otra mano acariciaba el clítoris y los labios de Susana.
    
    Marta, tan ocupada estaba, que no se había dado cuenta de mi presencia. Mi familiar me vio en ese momento y me dedicó una sonrisa. Para entonces mis pezones estaban tan duros que se marcaban de maravilla en la lycra de mi vestido. Casi me dolían así que solté la tira que sujetaba mi escote y bajé toda esa tela hasta mi cintura. Me acaricié los pechos y pellizqué mis pezones contemplando tan bello espectáculo. Sin participar todavía.
    
    Admito que las poderosas posaderas me atraían en ese momento como un imán. Así que se las acaricié con suavidad. Me chupé un dedo para pasarlo por el ano oscuro y cerrado. Eso le arrancó un fuerte jadeo sobre el pubis de Silvia.
    
    - Eso me ha gustado. ¿Quién es la qué...?
    
    - Soy yo cielo. ¿Me dejas?.
    
    - Pues claro. Siempre me has ...