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JUANCITO, MI NIETO. – CAPÍTULO 6.
Fecha: 06/08/2025, Categorías: Gays Hetero Incesto Autor: GUILLEOS1, Fuente: SexoSinTabues30
... privarse de experiencias nuevas. Me había prometido fidelidad en lo que respecta a otros hombres, salvando lo del marido, claro está y no podía hacer oídos sordos a sus pedidos. Había tenido sus experiencias con amigas cuando era estudiante y el salto grande lo había dado primero conmigo y luego con su suegra,¿qué podía hacerle una mancha más al tigre?, le pedí que me dejara terminar la copa y veríamos. Cynthia fue a controlar que todos durmieran y regresó sacándose la poca ropa que tenía encima, entramos los dos desnudos a la habitación deLiliana y se sentó en un pequeño sillón para observar lo que sucedería con su amiga y yo. Que mi hija mirara incentivaba aún más mi morbo y, estando junto a la dormida, pasé mi mano desde su cuello hacia el centro de su cabeza enredando mis dedos con su cabello, el tirón de pelos fue doloroso y no menos doloroso fue el apretón de uno de sus pezones.Liliana abrió los ojos asustada revoleando los ojos en la semi penumbra del cuarto y se quejó por el dolor que experimentaba. Su cara era delgada, aunque sus labios denotaban ser bastante rellenos, giró un poco la cabeza y, al igual que me había pasado con el hijo, demostró que sabía bien lo que hacía, la técnica la tenía, se le dificultaba por el grosor y el largo y tuvo toses seguidos de un par de arcadas, pero la mano haciendo la torsión suficiente en su cabello actuaba como recordatorio de que no debía quejarse y continuar con su tarea. En un momento resopló fuerte y dejó salir saliva ...
... a raudales, sus ojos lagrimeaban y se acomodó mejor para volver a tragarla. La cosa fue mejor, se puso de costado y se la tragó de una aguantando arcadas que la tenían a punto del vómito. No hablaba, no decía ni una palabra, sólo tragaba verga sacándola toda y volviéndola a tragar hasta chocar su nariz, yo me tenté como para darle un par de chirlos en el culo, pero recordé enseguida lo de las marcas que seguro serían las que no tenía que ver el marido y me dediqué a pellizcarle sus labios íntimos. Liliana no aguantó y el orgasmo la asaltó, el temblor se generalizó por todo el cuerpo y dejó mi verga para pedirme perdón. Su voz sonaba angustiada y me miró diciendo:“Perdón mi señor no me pude aguantar”, imaginé enseguida que tampoco la dejaban terminar a gusto y entendí mucho menos a los idiotas“dominantes”, el orgasmo en la mujer que está gozando no sólo es liberador para ella, sino que genera una satisfacción enorme en el hombre que ayuda a producirlo, como sea, le contesté:“Quiero que te liberes de esa pelotudez, no te voy a perdonar ningún hueco, pero no te aguantes, quiero gozar viéndote gozar, sentate arriba y penétrate con mi verga que esta noche es toda tuya”, -le dije y su mirada pareció iluminarse-. La acomodé y ella misma se sentó dirigiendo el glande a su hueco empapado,“apretame las tetas”, -pidió y, no bien lo hice con ganas y un poco de saña, se sentó de una conteniendo un grito mezclado entre el dolor y el placer-. Mi verga no encontró el fondo y sus nalgas ...