1. La muerte de mi cuñado nos unió (hermano-hermana)


    Fecha: 14/08/2025, Categorías: Incesto Autor: luisfa60, Fuente: CuentoRelatos

    ... hermana.
    
    -¡¡¡Soy tu única hermana!!!
    
    -Por eso…
    
    Ambos reímos como cuando éramos niños.
    
    La siguiente quincena, transcurrió con normalidad, hacía los quehaceres del hogar y atendía a Soledad, ayudando con su higiene personal hasta donde su pudor permitía.
    
    Llegado el momento de sacar el yeso que la inmovilizaba, me tome un mes de licencia que me adeudaban para apoyar en la rehabilitación.
    
    Estaría demás decir que el yeso se lo saque en casa.
    
    Ya liberada de lo que ella denominaba su “prisión” inmediatamente le iniciamos el proceso, su pierna había quedado más delgada, Soledad tiene un físico privilegiado debido a su actuación en el equipo de hockey de la universidad, deporte que practicaba de pequeña.
    
    Un culo descomunal, unas piernas bien modeladas, sus pechos totalmente deseables y había sacado el rostro de nuestra madre, muy bonita, su pie aceitunada hacia contraste con el negro del pelo y el azabache de sus ojos. En cambio yo, no digo que no me mantengo en forma, pero saque la genética de mi padre, un sirio libanes llegado a la Argentina allá por el taitantos, no tan alto, algo panzón (no tanto) y en mi cabeza unas incipientes entradas que vaticinan la calvicie.
    
    A los tres días de iniciada la rehabilitación casera, ya deambulaba, un poco, dolorida pero daba unos pasos, a lo que me pregunto si y se podía bañar en la ducha, afirmé su inquietud, me abrazó dándome un beso enorme largo y duradero que me dejo la mejilla colorada.
    
    -Cuando quieras te ...
    ... ayudo Sole.
    
    -Dale Ricardo, ¿te parece bien después de cenar?
    
    -Si fantástico así podes descansar bien.
    
    Así hicimos, luego de la cena, le acondicione el baño que tanto deseaba, agua a temperatura y los elementos de higiene a mano.
    
    -Sole ya podes venir.
    
    Despacito se acercó al baño, e ingresando me agradeció.
    
    -¿Te ayudo en algo?
    
    -Por ahora no, cualquier cosa te aviso.
    
    -Listo, quedo escuchando.
    
    Se sentía el caer del agua sobre su cuerpo y su voz cantando algo bajito, debo reconocer que canta lindo por no haber estudiado nunca canto.
    
    -Ricardo podes venir por favor.
    
    -Si corazón en que te ayudo.
    
    -Dos cosas, si me podes enjabonar la espalda y luego si podrías sacarme esto… (señalando los bellos púbicos que habían crecido bastante)
    
    -Si como no.
    
    Debo aclarar que, durante todo el proceso ya la había visto desnuda varias veces, donde fue perdiendo el pudor y la vergüenza ante mí presencia.
    
    Jabonando su espalda pase mi mano por los glúteos duros y parados, los que estiro hacia atrás al sentirlas pasar por su turgencia, lo mío fue instintivo, deje perder el jabón entre ellos y con mis dedos circunde el orificio anal, dejo escapar un suspiro de su boca, ninguno de los dos dijo absolutamente nada, solo nos miramos con una mirada cómplice.
    
    -¿Te rasuro acá o en la cama?
    
    -(Casi susurrando) en la cama.
    
    -Bien, secate y anda yendo para allá mientras preparo las cosas.
    
    Obediente hizo lo que le sugerí, mientras preparaba los elementos despacio fue ...
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