La muerte de mi cuñado nos unió (hermano-hermana)
Fecha: 14/08/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: luisfa60, Fuente: CuentoRelatos
... hacia la pieza, totalmente desnuda, acostándose boca arriba.
-Cuantos trastornos hermanito.
-Cállate pavota, soy tu hermano, vos hubieras hecho lo mismo por mí. ¿Preparada?
-Listo mi rey.
Primero le rebaje con máquina de cortar pelo, su vibración también la hizo suspirar en varias oportunidades, sobre todo cuando pasaba por la zona del clítoris. Observe en varias ocasiones salir por el medio de los labios vaginales un goteo viscoso casi transparente.
Con una brocha, hice espuma de afeitar con jabón, y comencé a pasarla por todo el bello que quedaba, tanto fue el roce que en un momento suspiro, gimió y me dijo.
-Perdón Richard, mucho tiempo.
Hice caso omiso a sus palabras y continué rasurando, creo que también se dio cuenta de mi gran erección, no soy de madera.
Luego de un orgasmo más, termine con la tarea, ya descaradamente y a mano limpia lave y seque la vagina que aún se encontraba destilando fluidos, la excitación pudo más que cualquier cosa, acercando lentamente mi boca a su piel, le bese el ombligo y toda la zona circundante, para ir bajando hacia su breva deseosa, a puro gemido, no dijo nada, solo suspiraba acariciándome el pelo, en ningún momento puso resistencia, ni siquiera cuando empecé a sacarme los pantalones y ropa interior para quedarme desnudo, con mi pene endurecido, palpitante, ya deseoso de sexo. Mi boca se acercó lentamente a la entrepierna recién depilada, iba a sentir por primera vez el sabor de mi hermana, deje mi lengua suave ...
... para poder recorrer toda la extensión de la zona. Sin mucho esfuerzo esos labios carnosos se abrieron para dar paso a mi objetivo, saborear ese jugo agridulce proveniente de su interior. Una vez saciado y extasiado de él, dedique mi tiempo, que fue muy corto, a su clítoris erecto y duro, su orgasmo fue tan intenso que roció mi rostro en toda su extensión.
Mientras soledad jadeaba aún, la ubique de costado, teniendo en cuenta la pierna lastimada, que quedo arriba, puso su culo en pompa y de costado la penetre, introduciendo todo mi falo sin mucho esfuerzo debido a su lubricación, los movimiento de ida y vuelta eran acompasados con su ir y venir de cadera, el interior de la vagina me apretaba el miembro, por un momento me dijo que me detenga y la deje toda adentro. Contraía rítmicamente los músculos de la base pélvica aprisionando mi miembro, manteniéndolo cautivo de su son, la sensación fue indescriptible, pues entre la estrechez vaginal y su “juego” no hizo falta que me mueva, la sensación de la eyaculación inminente comenzó inmediatamente, cuando sentí que no podía aguantar Salí de su interior introduciendo el pene en su boca para realizar la descarga seminal que recibió de buen gusto, sin desperdiciar una sola gota, sintiendo ambos sabores, los propios y los míos.
La expresión fue unísona.
-¡¡¡Te amo!!!
-Ricardo, no sabes cuánto tiempo espere este momento.
-Te confieso que nunca pensé en llegar a esto, pero si me ponía celoso cuando te miraban y el día que te ...