Te va a doler 2 (final)
Fecha: 30/03/2018,
Categorías:
Gays
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... parezca increíble, presté atención a su pija. Miguel estaba bien provisto, no tenía una monstruosidad como la mía, pero debía tener como 19 cm, bien gruesa. Nunca me había preocupado por la verga de mis putitos, me importaba que tuvieran un buen culo, lo de adelante, no me interesaba. Y mucho menos me había preocupado por su paz testicular. Muchos acababan mientras me los cogía, con el grosor de mi pija la excitación del punto G era intensa, pero si no acababan era problema de ellos. Miguel no había acabado nunca. Miguel me miró con naturalidad, yo estaba escandalizado porque me había apoyado la pija en el culo y él, como si nada hubiera pasado me sonreía angelicalmente. Así estaba, yo tomándolo de la cintura separándolo de mi cuerpo y mirando nuestras pijas semi dormidas que casi se tocaban, cuando Miguel, inocentemente, volvió a abrazarme. Las pijas se tocaron y se besaron y yo sentí tan delicioso ese encuentro en mi pubis, y yo sentí tan deliciosos los brazos y el pecho de Miguel contra mi pecho, que no pude negarle, para derrota del pija cruel, un abrazo intenso. Miguel me tomó la cara con las manos y me besó, no me negué, lo acompañé, dejé que su lengua entrara hasta el fondo de mi boca y le regalé la mía que recorrió sus labios, y jugó con la suya. Mi culo quedó apoyado sobre la cocina, la perilla del horno se estaba clavando en mi culo y la pava silvaba. Apagué la cocina y, ya que yo no lo hacía, Miguel me tomó de la mano y fuimos así de nuevo a la cama. Esta vez yo ...
... lo abracé y de nuevo nuestras vergas se besaron. Comencé, comenzamos, a acariciarnos torpemente. Entre besos caímos en la cama y por primera vez estuve sobre él, pero frente a frente. Mi mano recorría su costado desde el pecho a sus nalgas una y otra vez. Algo dentro mío, un diablito en retirada, decía no, pero no pude hacerle caso, le agarré la verga, Miguel me miró extrañado, e hizo lo mismo, los dos nos acariciamos y nos pajeamos mutuamente un ratito. Pero Miguel subió la apuesta, se puso de costado y se dio vuelta, su cabeza quedó en mi pubis y me la comenzó a chupar, la agarraba con las dos manos y se metía el resto en la boca una y otra vez. Su pija, lógico, bamboleaba dura frente a m boca. Ni en pedo se la iba a chupar! Al rato estaba besando torpemente su glande y pelándosela para lamerle toda la cabeza, su pre-seminal me pareció mucho más rico que el mío. Comencé a imitar lo que Miguel me hacía y meter cada vez mas su pija dentro de mi boca. Por dentro, el pija cruel me decía "maricaaa, trolo, puto chupapija" y lo peor "pija bobaaaa, culo rotoooo". Eso no! Paré con la mamada. Lo puse a Miguel al borde de la cama, le levanté las piernas y se la clavé. Fue poco el esfuerzo, Miguel no se había cerrado y en segundos se la metí hasta la bolas y comencé a darle duro. Miguel me miraba feliz,su pija dura golpeaba sobre mi panza. Me pedía, "vení mas cerca Luqui, vení más cerca". Al fin lo entendí, se la saqué y lo llevé a la cabecera, le hice abrir las piernas y se la metí de ...