Te va a doler 2 (final)
Fecha: 30/03/2018,
Categorías:
Gays
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... Algo me decía de ensalivarlo apenas y enterrársela sin piedad; ya que otro macho lo había desfondado, yo no tenía por qué cuidarle el agujero (estaba celoso!!), pero me reblandecí, saqué lubricante de la mesita de luz y con los dedos lo fui dilatando. Miguel levantó la cabeza, me miró primero extrañado y luego complacido volvió a apoyar la cabeza en la almohada. Se la clavé y Miguel dio el primer grito. Su esfinter, que yo creía iba a estar bien abierto, estaba estrecho, cerradito a pesar de mis dedos. Por dentro mi diablo pija cruel me decía "gritá putito, gritá, se ve que tu macho la tenía chiquita, comete una verga de verdad putito!", pero había algo que no me permitía seguir lo que mi diablo quería, bajé el ritmo y se la fui clavando despacito dejándolo dilatar antes de cada nuevo golpecito cortito, los gritos se convirtieron en quejidos primero y en gemido luego. Al fin llegué al fondo y me quedé descansado sobre la espalda de Miguel. Le sequé la cara con la sábana (que hacés boludo, dejá que llore el puto!). Comencé el mete y saca despacito, y de los ojos de Miguel volvieron a brotar las lágrimas. -Te duele Miguel? -No, ya no me duele, seguí. - Debía ser cierto porque ya su ano se había dilatado y mi pija entraba y salía con mucha suavidad. -Entonces por qué llorás? -No sé, Luqui, cojeme por favor, cojeme. Y lo cogí, y lo seguí cogiendo por más de media hora, subiendo y bajando despacio, casi mimándolo con la pija. No sé por qué, pero comencé a besarle las orejas y ...
... luego el cuello. Miguel sonreía, levantó un poco su cabeza y abrió sus labios, invitándome a su boca. Lo hice, conocí sus labios, conocí su lengua, conocí otro calor diferente al de su recto, conocí esa tibieza que no salía del puro ardor de la calentura mia, tan genital siempre, sino de otra cosa, que no entendía bien, que me hacía temblar. No!. Dejé de besarlo y me concentré en mi pija, la pija más cruel de Avellaneda, aceleré el bombeo, clavé sin miramientos, las nalgas de Miguel se bamboleaban con cada estocada, mi pubis golpeaba reciamente con sus nalgas, que se iban enrojeciendo. Y acabé, por primera vez gimiendo, y seguí clavándolo animalmente luego de llenarlo de leche, diciéndole tomá, tomá, tomá, hasta caer exhausto sobre su espalda. Miguel se la arregló para acariciarme la cabeza. Bajé mi mejilla contra la suya y escuché su "gracias Lucas por darme tu leche". Me incorporé, y le miré el agujerito, estaba rojo y enorme, pero bien. Mi leche no asomaba, estaba 26 cm dentro de Miguel. Igual Migue quebró la cadera para levantar sus nalgas y evitar que se escurriera. Ya había servido al putito y como corresponde, me lo había agradecido. Punto. Me puse la camisa y le ofrecí café. Mientras estaba preparándolo en la cocina, sentí llegar a Miguel. Me abrazó el cuello por detrás y me dijo "qué lindo la pasamos, no Luqui?". Que era eso?, me abrazaba, si, pero además podía sentir su pija tintineando sobre mis nalgas! Nooo, me di vuelta y lo separé un poco. Por primera vez, aunque ...