Mi esposa esclava de don urias. - Relatos Eróticos

Mi esposa esclava de don urias.

Me presento me llamo Javier tengo treinta y uno años, mido 1.80, soy un chico normal. Mi esposa milly tiene treinta años, nos casamos hace dos  años, nos fuimos a vivir a un buen condominio ubicado afuera de la cuidad, nuestra economía era buena ya que yo trabajo de abogado, mi esposa por su parte era de casa y participaba en una congregación religiosa dedicada a la ayuda comunitaria y a obras benéficas. Muchas veces la acompañaba a sus eventos que hacía, éramos el uno para el otro, todo era amor y felicidad en nuestro matrimonio, Nuestra vida sexual es normal, nada extraordinario, teníamos sexo varias veces por semana, todo iba de mil maravillas. Si bien es cierto que ninguno de los dos tuvo otras parejas para comparar, ambos estaban satisfechos practicando un sexo bastante normal.

Mi esposa era sumamente hermosa, era la envidia de sus amiga, Con 1.70 de estatura, rubia natural con cintura estrecha, piel blanca, tiene unas tetas de infarto, tan grandes que muchas veces parecían querer salirse de su escote. su trasero era firme y bien torneado, tiene unas piernas deliciosas que atraían todas las miradas cuando se pone calza o alguna falda, en realidad Tenía un cuerpo escultural debido a las horas que suele pasar en el gimnasio. 

Todo está bien en nuestro, hogar el amor florecía y estábamos pensando en agrandar la familia, mi esposa asistía 2 veces a la semana a su congregación donde muchas veces me llegaba a contar cosas de las hermanas y sus caridades así paso un ...

... mes, cuando un día llegó preocupada y callada me asusté al verla que le pregunté.

-Milly, mi amor que te paso por qué esa cara.

-Mi amor no sabes, tenemos un anciano que está en situación de calle y está muy delicado de salud.

Cuando me dijo eso y me mostró unas fotos en realidad se veía mal el anciano, lo único que le dije a mi esposa que tenía mi apollo y si podía ayudar lo haría con gusto.ver a ese anciano en esa condiciones me dió mucha pena, mi esposa muy afligida y consternada me pedio si podríamos ayudar a don Urias, ayudemoslo le dije, veía que sus ojos volvían a brillar, cuando ella me dijo.

-que la única forma que podríamos ayudarlo, era traerlo a vivir a la casa con nosotros.

No sabía que decir me tomo por sorpresa su respuesta, pero ahí estaba ella con su lindo rostro mirándome y asiendo gesto para mí aprobación, después de un largo rato  callado y viendo la foto del aciano me compadecí, le dije.

- bueno amor a ti no te puedo decir que no, si estás segura de traer a un extraño a casa ,te apoyare.

cuando termine de hablar mi esposa se abalanzó sobre mi dandome besos y gracias, al rato llamo a su grupo de de caridad,  para decirles que ella iba a cuidar a don Urias, que le dijeran al pastor de la congregación que si podría tenerlo bañado y limpio para traerlo a casa, ya que el anciano está durmiendo en un cuarto muy pequeño que es pastor le había pasado. Así paso el resto de la tarde mi esposa fue a arreglar la pieza de alojado, ya eran la 7:30pm, ...