Mi esposa esclava de don urias. - Relatos Eróticos

Mi esposa esclava de don urias.

... nos servimos una rica once, para terminar abrazados en el sillón  viendo un película, ya a las 12 de la noche nos fuimos a la cama, mi esposa estaba contenta, contaba las horas para que su huésped llegará a nuestro hogar, después de una noche apasionada nos tapamos, dormimos relajados, llegó la mañana en el cual me levanté para ir a mi trabajo ya eran las 7:30 de la mañana todo estaba tranquilo, mire a mi esposa que seguía durmiendo  me vesti mientras observaba a mi esposa  tapada, viendo todas sus curvas de su hermoso cuerpo, así que muy despacio me acerque a ella y le di un beso en su mejilla, para enseguida salir de la pieza, emprender rumbo al trabajo, así paso la mañana mi esposo me llamaba a cada rato para decirme que pronto llegaría nuestro nuevo invitado, yo avance lo que más pude en un caso y me fui a casa quería estar ahí para recibir a nuestro invitado, así fue que a la 1 de la tarde llegue a mi casa saludando a mi mujer y preguntando por el invitado, a lo que mi esposa me contesta  que venía en camino.

20 minutos después aparece el pastor de la congregación con tres hermanas y don Urias a los cuales saludé junto a mi esposa. Mientras miraba entrar a un un hombre negro calvo de 1.80 de altura, con una tez oscura como el carbón y una barriga  redonda. Estaba arrugado y de aspecto muy viejo y vestía pantalones cortos de baloncesto y una camiseta de maga corta.cada uno de ellos dandome las gracias por aceptar en casa al anciano, el pastor me tomo la mano y me ...

... dijo, hijo mío con esto te has ganado la llave del cielo, mientras mi esposa y  las hermanas lo acomodaban en la pieza de alojados.

Después se retiraron quedando yo con mi esposa y don Urias, mi esposa le preguntaba cómo estaba, se quiere servir algo,cuando el anciano  se sentó a orilla de cama y lloraba como un niño dando gracias por haberlo recibido. Hay estuvimos con el preguntado muchas cosas, de dónde era, si tenía familia, cuánto años tenía 
Ao que el nos respondió. que su familia lo hecho a la calle, que vivía en el campo  a cuatro horas de la cuidad, que llevaba tres años viviendo en la calle, tenía 78 años y que no le gustaba bañarse, nosotros con mi esposa nos reímos con la última declaración del aciano, así fue como lo invitamos a almorzar, sentandolos a la mesa, así paso nuestra tarde junto a el hablando de muchas cosas nos fuimos conociendo uno con el otro, pero mientras conversamos empecé a ver qué don Urias no dejaba de mirar a  mi esposa, no le di mucha importancia en ese momento, si no era el único hombre que había visto en esa circunstancia yo me había sacado la lotería como la mujer que tenía a mi lado.

Así fueron pasando lo días en casa seguía todo normal a diferencias de las pequeñas miradas que el anciano le hacía a mi esposa cuando ella hacia sus cosas ya que mi esposa siempre en casa anda con sus calza o shorts, también sus poleras o blusas bien apegadas a su hermoso cuerpo, nunca pensé que eso iba a transformar nuestras vidas para siempre, así ...