Mi esposa esclava de don urias. - Relatos Eróticos

Mi esposa esclava de don urias.

... la tarde sin mucho que contar, mi esposa no dijo nada y don urias se había ido a la cama a descansar ya era de noche Iván a ser las once de la noche cuando mi esposa me dice que don urias está muy complicado de salud y que le hicieron varios exámenes. Después de esa conversación nos fuimos a la cama esperando que mi esposa estuviera juguetona pero no fue así, por mi cabeza brotaban ideas que mi esposa había quedando prendada con la herramienta del viejo urias. Dormimos como siempre abrazados como si nada ubiece pasado, yo estaba esperando que mi esposa me contará lo sucedió en la mañana ya que entre nosotros no había secreto.

Así paso la noche, ya era hora de volver a otro día de trabajo, pero en mi mente solo estaban los recuerdos de día de ayer y lo que hice en la tarde, no allaba la hora de llegar a mi trabajo y encerrarme en mi oficina y pedir que nadien me molestará en todo el día.

Al llegar al trabajo entre a mi oficina cerrando la puerta con seguro y bajando las persianas de las ventanas después prendí el computador abrí el pograma y me puse a revisar las cámaras las cuales estaban todas operativas revise la pieza de nuestro visitante el cual estaba durmiendo sentía sus roquidos súper claro atravez del micrófono que tenía la cámara, después puse las dos camaras de nuestra pieza matrimonial la cual podía ver a mi esposa durmiendo podia ver sus ojos cerrados y sus finos labios.

Ya eran las las nueve y media de la mañana pero todo seguía igual no había ...

... movimiento, conecte el cargador al teléfono, saliendo por un café, converse un rato con la secretaria, pidiéndole que no me pasará ningún caso que estaba ocupado revisando otros documentos, entre conversa ivan hacer las diez de la mañana. Entre a la oficina cerrando la puerta nuevamente me senté y mi esposa estaba acostada revisando su telefono, a los minutos después de haberlo revisado se levantó. Al verla levantarse pude ver si hermoso cuerpo que me encantaba con un sostén de encaje rojo bien chico ya que podía ver sus tetas casi saliendo su cintura de avispa que me encantaba, también una tanga roja muy chica que se perdía entremedio de su preciado culo y poniendo sus finos pies en sus  pantuflas, tomo una bata de seda color rojo poniedosela en su hermoso cuerpo amargando la tira de la bata, salió de la nuestra habitación, yo automáticamente cambie la cámara a la del pasillo y podía ver su caminada muy sexy hasta que se paró en la puerta de nuestra visita.

Volví a cambiar la cámara poniendo la de la pieza donde estaba don urias que todavía tenía sus ojos cerrados, mi esposa entro y dijo.

-"¿Cómo se siente hoy, don urias? ¿Necesita tratamiento nuevamente?" 

Al instante de que mi esposa hablara don urias levanto  sus brazos asiendo una repetida de bostezos.

-"De hecho, me siento horrible. Dijo don Urias, mis piernas están acalambradas y mis uh, mis... testículos están hinchados y necesitan atención".

-"¡Lo presento don urias de que nececitaba mi ayuda ! Deberíamos ...