Madre e hijo. Momentos de placer (2)
Fecha: 05/05/2024,
Categorías:
Incesto
Tus Relatos
Autor: afroditayapolo, Fuente: RelatosEroticos-Gratis
... ocurrencia.
–Oye Gloria, ¿qué pasaría si baja Carlos y nos encuentra así? –preguntó preocupado Raúl.
–No te preocupes amor, te apuesto que mi hijo en estos momentos está en los brazos de Morfeo, ya lo conozco, él es así cuando bebe alcohol –si supieran que mi bebé había visto todo el espectáculo que ha sucedido en la piscina. Mientras conversábamos Bruno me acariciaba las piernas.
–Felizmente que Carlos es así, porque de aquí continuamos el segundo tiempo mi querida Gloria –dijo Matías.
–¡Qué, no me digan que todavía tienen energías para continuar! En verdad que ustedes son una sarta de sátiros, jajajajaja… Lo que admiro es su virilidad chicos, es asombrosa. ¡Bendita juventud! Tengo la vagina como gomero de zapatero, jajajajaja, –comenté sorprendida, claro está que yo también quería continuar. Era evidente que la conversación y estar rodeada de unos buenos machos completamente desnudos mantenían mi cuerpo caliente y mi concha bien húmeda. Después de estar cerca de veinte minutos con la conversa, los chicos dejaron sus cervezas y comenzaron a acariciarme el cuerpo. Bruno abrió mis piernas con ambos pies tocando el piso en cada lado de la tumbona, empezando a pasar su lengua por mis labios y mi clítoris. Por el lado izquierdo se posicionó Matías para mamarme la teta del mismo lado y por el lado derecho de la misma forma Raúl hizo lo mismo. Otra vez me estaban llevando al paraíso.
–Oooooh, oooooh, oooooh, son ustedes unos puercos, cómo se aprovechan de esta inocente dama, ...
... aaaaah, aaaaah, aaaaah, ¡qué bien lo están haciendo! Mmmmm, mmmmm, mmmmm, –suspiraba de las caricias que me proporcionaban en las zonas más erógenas de mi cuerpo.
Mis tres hombres no podían hablar ya que estaban entretenidos disfrutando de mi hermoso y voluptuoso cuerpo. De mi coño emanaban abundantes líquidos que bebía Bruno, entre tanto mis manos masturbaban los penes de Matías y Raúl. También pude observar en forma casi imperceptible que mi Carlitos continuaba viendo a través de la ventana lo que sus amigos hacían con su madre ahora convertida en una verdadera puta y que se deleitaba viendo el espectáculo. ¡Cómo me habría gustado que él estuviese aquí presente gozando y haciéndome gozar! Creo yo que no era conveniente para nosotros dos. Al fin y al cabo, él me podría follar en cualquier momento, porque no solamente éramos madre e hijo, sino también marido y mujer, él estaba reemplazando a su padre, ¡y qué bien lo hacía mi muchacho! Volteando mi cabeza al otro lado, no sé si serían cosas mías, pero a lo lejos en el primer edificio, que por cierto estaba muy lejos como les comenté líneas arriba, se asomaban algunas figuras humanas en ciertas ventanas, en fin no hice caso, total estaban bien lejos, seguí deleitando y deleitándome con mis tres hombres.
–Gloria cariño, sientes mi garrote que te taladra la concha –me preguntó Bruno.
–Mmmmm, mmmmm, mmmmm, cómo no voy a sentirlo amor si tienes una poronga que parece la del burro, aaaaah, aaaaah, aaaaah, es una delicia, oooooh, ...