El conejito tierno de mamá
Fecha: 31/12/2024,
Categorías:
Incesto
Tus Relatos
Autor: Incest love, Fuente: RelatosEroticos-Gratis
... las últimas gotas de su semen caían sobre su estómago.
Durante un buen rato no se dijo nada. Ambos respiraban con dificultad, intentando asimilar lo que acababa de ocurrir.
Lucia fue quien finalmente habló.
—Creo que será mejor que entres y te limpies, cariño —dijo, todavía aturdida.
Denilson asintió, todavía recuperando el aliento.
Hizo ademán de levantarse, pero se detuvo. Miró a su madre, se inclinó hacia delante y la besó suavemente en los labios. Lucia no protestó en lo más mínimo.
No pudo evitar tararear alegremente, al sentir los dulces labios de su bebé sobre los suyos.
Abrió la boca ligeramente y permitió que sus lenguas se encontraran. Madre e hijo compartieron el beso más dulce y perfecto que ninguno de los dos había experimentado jamás.
—Te amo, mamá. Más que a nada —le susurró Denilson al oído.
Con las piernas temblorosas, se levantó y entró en la casa. Su corazón todavía latía con fuerza por la experiencia más grande de su vida.
Mientras tanto, Lucia se quedó junto a la piscina. El semen de su querido niño le hacía sentir mejor que cualquier loción, y le encantaba lo bien que se sentía hacer que su conejito se sintiera tan bien. Curiosa, tomó una gota de su semen y lo olió tentativamente.
Como nunca había jugado con semen antes, Lucia estaba bastante curiosa sobre cómo olería, y mucho mas como sabría.
Sin embargo, la crema de su bebé era sorprendentemente dulce para sus fosas nasales.
Sintiéndose audaz, tomó una gran cucharada ...
... de su masa para bebés de sus tetas y se puso el dedo en la boca.
Sus papilas gustativas explotaron ante el sabor desconocido, pero tan agradable.
Cerró los ojos con deleite, gimiendo involuntariamente ante lo delicioso que era su semen ¡La crema de su conejito estaba deliciosa!
Ella se sorprendió.
Nunca había probado el semen de un hombre antes, pero por los chismes diarios con sus amigas del trabajo, había deducido que a la mayoría de las mujeres no les gustaba el sabor del semen de un hombre. Sin embargo, allí estaba ella, amando lo que su bebé había producido, casi deseando tener el coraje de envolver sus labios alrededor de su pene y probarlo directamente. "¿Por qué sabe tan bien?", se preguntó.
"Debe ser por el amor que siente por mi", reflexionó mientras se levantaba y se dirigía hacia el interior de la casa, con las tetas y la cara todavía pegajosas por el semen de su conejito. Fue entonces cuando se dio cuenta de que su coño estaba empapado con sus jugos.
Denilson se había mantenido apartado el resto del día, solo bajando al garaje para lavar el coche de su madre como solía hacer los sábados. Cuando su madre lo llamó para cenar, Denilson se había preocupado de que actuara de forma diferente, dados los acontecimientos del día.
Sin embargo, sus temores estaban fuera de lugar.
Su madre era la misma mujer alegre y vivaz que conocía y amaba.
Pronto estaban charlando y riendo como cualquier otro día. Excepto que este no era un día normal, al menos para ...