Katherine Riveros la Hija del Pastor
Fecha: 06/07/2025,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: Katherine Riveros, Fuente: RelatosEroticos-Gratis
... envainaban al interior de su curvilíneo cuerpo.
Los salvajes movimientos que ya conocía muy bien la nena, no cesaban ni le daban tregua, y de pronto su esposo ya la culeaba de la forma que tanto le gustaba a ella, don Pricilo aceleró los trabajos de apareamiento, con poderosas y rítmicas embestidas, aferrándose a la tierna figura que yacía bajo él.
Luego la apretó con un poderoso abrazo, e impulsándose hacia delante como queriendo enterrarle su tranca hasta el utero le daba profundos apuntalamientos como si realmente quisiera matarla, los gritos de Katherine Riveros eran placenteramente desgarradores, hasta que el caliente y horripilante hombre descargo todo el semen acumulado para ella en el transcurso de las dos semanas de espera.
De nuevo la jovencita sintió una caliente chorreada de potro en celo que se dejaba sentir a todo lo largo de ese anchuroso miembro que tenía encajado profundamente en su cuerpo y que lo sentía hasta la altura de su ombligo, se daba cuenta que el hombre descargaba sus mocos tan adentro de ella que sentía como las rociadas de esa bestial eyaculación se estrellaban uno tras otro contra sus órganos internos.
El acto principal por fin había sido consumado, y don Pricilo permaneció enterrado sobre su esposa con su verga tan erecta como cuando empezó la faena, resoplando su respiración con desesperados bramidos de macho recién satisfecho. Todas las visitas incluyendo a los padres de la recién casada, escucharon como don Pricilo había hecho gozar a ...
... gritos a la tierna y joven recién casada.
Los invitados huyeron escandalizados de aquella lujuriosa e indecente casa, don Urias ya satisfecho al comprobar que Pricilo estaba atendiendo a la muchacha se despidió y se fue, dejando a los padres de esta solos y escuchando los continuos gritos de placer que su hija daba por cada uno de los siete coitos que le pegaron en el transcurso de esa tarde y noche.
Pasaron días y días, Miriam Caballero casi no veía salir a su hija al patio de la casa, los recién casados se la pasaban encerrados, y las únicas ocasiones en que escuchaba la vos de su hija era cuando la pareja se dedicaba a pro crearse, además que la rubia pensaba que a la pobre de Katherine Riveros en vez de hacerle el amor la estaban descuartizando, por los bramidos y alaridos de placer que a ella le parecían escuchar.
Habían ocasiones en que ella podría jurar que a su hija la estaban golpeando, pero luego la veía muy risueña salir a prepararle algo para comer a su hombre, o como se besaban como enajenados contra las murallas de la cabaña para luego ver que era su Katherine Riveros la que invitaba al hombre llevándoselo al interior de la habitación, no le importaba lo distante que estaba desde el día en que se casó con aquel odioso hombre que en un principio había llegado a trabajar de jardinero y que ahora irónicamente era su hijo político.
Don Pricilo por su parte estaba encantado con la fabulosa luna de miel que se estaba dando con tan suculenta y joven hembra en la ...