Fatty, Patty y Katty VII - Relatos Eróticos

Fatty, Patty y Katty VII

... pregunto extrañada Alma – Mira que sois complicadas, a mí no me gusta compartir ni el dormitorio y vosotras queréis compartir hasta la cama.

-Es que Patty, Katty y yo, desde siempre hemos dormido juntas en una gran cama como la que acabamos de ver. – dijo Fatty – Si no nos los chupamos no podemos dormirnos.

-¿Queee? – dijo Alma escandalizada mirando a Jesús que a su vez la miraba a ella confundido – Una cosa es que en la intimidad hagáis lo que os plazca, pero otra cosa es que encima lo expliques como si fuese lo más normal del mundo.

-Ja, ja, ja, ja, ja – empezaron a reírse las tres hermanas hasta que Patty dijo: - Me parece por la cara que los dos tenéis, que ambos sois de mentes calenturientas, y no es ni mucho menos lo que estáis pensando. Desde muy pequeñas, no nos podíamos dormir si no le chupábamos un dedo a otra, principalmente el dedo gordo del pie o de la mano.

-Si, así es. – dijo otra de ellas – nuestra madre nos cuenta que ya desde muy pequeñas no podíamos dormirnos sin hacer eso, y parece ser que jamás quisimos un chupete. Según ella, cree que debe de ser por que estuvimos juntas dentro de su útero.

-Bueno, venís a ver la cama grande y la desmontamos para traerla aquí, - dijo la tercera de ellas – nosotras no sabemos cómo se ha de desmontar, y debe de pesar mucho.

Cuando los llevaron al dormitorio donde se encontraba la cama, Alicia y Alexia ya habían quitado el cubrecama, las sábanas y las almohadas, y estaban intentado mover el colchón que ...

... por sus dimensiones era de difícil manejo. Cuando Jesús vio lo que pretendían dijo preocupado:

-Pero si esta era la cama donde dormían mis padres antes de que se trasladasen a habitaciones separadas cuando mi padre ya tenía una edad avanzada. Antes de hacer ningún cambio debéis de pedirle permiso a vuestra abuela.

-Ya la hemos llamado, - dijo Fatty señalando a sus hermanas – Patty y Katty han hablado con la abuela y con nuestra madre, y nos han dado luz verde para que usemos esta cama.

-¿Y qué tiene que ver Catalina en eso? – dijo Jesús cada vez más asombrado por la forma de actuar de sus sobrinas – La única que debe decidir si podéis o no podéis utilizar su antigua cama es vuestra abuela.

-Si, por eso le pedimos permiso a ella, pero no acababa de entender porque queríamos dormir juntas las tres, - le explico Patty – y se lo tuvo que explicar mi madre, por eso se lo dijimos también a ella, para que convenciese a su madre.

-Bueno, si hay que hacerlo, no le demos más vueltas y vamos a llevar la cama al otro dormitorio. – dijo Alma de nuevo tomando el mando de las operaciones, pero cuando llegaron dijo – La cama no se puede desmontar, es un somier de una sola pieza, pero debe de pesar bastante menos que este pedazo de colchón. ¿Cuánto debe de medir?

-Creo que es de dos cuarenta por lado, - dijo Jesús – Me acuerdo cuando lo trajeron que el problema era para pasarlo por las puertas, ya que no cabía, y aquí lo metieron por el balcón, pues la puerta es bastante más ...