Fatty, Patty y Katty VII
Fecha: 06/09/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: Viejo Intrepido, Fuente: TodoRelatos
... grande. Tenéis dos opciones, venís a dormir aquí, o tendréis que conformaros con tres camas, aunque las tengáis que juntar.
-Es posible que se pueda trasladar por el balcón, - dijo Alma que había estado mirando por donde lo debían haber entrado – La puerta del dormitorio donde ellas quieren dormir, también da a este balcón y es igual de ancha que esta. Si llevamos el colchón y el somier por el balcón, si podremos hacer lo que las triplicadas quieren.
Al final pasaron por el balcón corrido, que ocupaba la segunda planta de la casa en la facha principal, desde el dormitorio donde estaba la gran cama hasta el que querían las hermanas para dormir. Tras arduos esfuerzos por la envergadura de esos muebles, por fin consiguieron trasladar el somier, el cabecero de la cama y el colchón, y una vez montada y vestida la cama con sus mesitas de noche, trajeron tres silloncitos y unas perchas para que colgaran las batas o dejasen su ropa al acostarse.
Cuando terminaron estaban los siete sudorosos y sedientos, por lo que Jesús dijo que deberían de dejar los trabajos por hoy, que ya montarían los armarios al día siguiente, y que podrían darse un baño en la piscina, pedir unas pizzas y cenar en el jardín, en la misma mesa que habían comido. Como todas aplaudieron la idea de Jesús, decidieron ponerse los bañadores, las hermanas se fueron al dormitorio donde habían dejado sus pertenencias y que a partir de ese momento seria su vestidor, Jesús a su vez al suyo a ponerse un bañador, y ...
... las tres primas hicieron lo mismo dirigiéndose a los dormitorios de la planta baja que les habían asignado.
Unos minutos después estaba ya Jesús en la piscina y al no estar ninguna de las muchachas, decidió empezar a nadar haciendo unos largos, pero al llegar a uno de los extremos y levantar la vista, se encontró con sus tres sobrinas que lo miraban desde arriba, se quedó perplejo e incluso excitado al comprobar que solamente llevaban la minúscula parte baja de sus bikinis, más bien unos diminutos tangas que poco más que sus labios vaginales las cubría, por lo que las tres le ofrecían la visión de sus excitantes pechos completamente liberados, que vistos desde abajo se veían exuberantes, incluso parecían aún más soberbios.
Dándose cuenta de que sin quererlo y sin poder evitarlo, estaba teniendo de nuevo una erección descomunal ante la visión de las perfectas anatomías de sus tres jóvenes y descaradas sobrinas, decidió salir del agua y rápidamente se dirigió a una tumbona donde había dejado su camiseta y una toalla y con ella enrollada a su cintura las dijo:
-¿Es que no tenéis bañadores?
-Claro que sí, ¿es que no ves que los llevamos puestos? – le dijo una de las tres con enorme desparpajo – Pero si quieres nos los quitamos, estamos mucho más cómodas sin ellos.
-No, ni se os ocurra, por mi está bien así. – dijo Jesús asustado al darse cuenta de que eran capaces de hacer lo que una de ellas decía sin ningún rubor y absoluta normalidad.
Mientras las tres hermanas ...