1. Los dibujos de mi hijo Hugo


    Fecha: 11/09/2025, Categorías: Incesto Autor: Jon Dom 50, Fuente: TodoRelatos

    ... protegida y tenía en casa a un hombre tan grande y fuerte. Era delicioso para mí.
    
    Yo dormía solo con braguitas y él con sus bóxeres negros.
    
    —Abrázame cariño. Cuéntame cómo ha ido el instituto hoy.
    
    Me contaba las anécdotas del día mientras se rozaba y me tocaba los pechos.
    
    Me besaba el cuello, las orejas, los labios. Me mordía en mi nuca.
    
    —Me encanta que hagas eso.
    
    Y se rozaba contra mí. Le tomaba de su pene, lo ponía en medio de mi culo y le animaba a empezar a rozarse.
    
    Tras media hora de juegos se corría. Luego dormíamos abrazados, era delicioso.
    
    A pesar de rozarse a media tarde y por la noche y de correrse dos veces cada día, Hugo siempre iba empalmado cuando estaba cerca mío. Por ejemplo, cuando cocinaba se acercaba, me cogía una mano y se la llevaba a su paquete.
    
    —Mira cómo estoy mamá.
    
    —Quita descarado que voy a quemar la comida.
    
    Reíamos y nos besábamos. Esos juegos duraron muchos meses. Me sentía yo también como una adolescente que jugaba a enamorar a mi amado. Tan difícil era para mí separar el amor por mi hijo del amor por ese hombre gigante que había en mi casa.
    
    EL MORBO DE SUS AMIGOS
    
    Muchas veces venían sus amigos a la piscina y pasaban la tarde con nosotros. Solían venir después de la siesta, a las cinco y media más o menos y estaban allí riendo y jugando hasta las ocho, hora en la que se iban a cenar.
    
    Les preparaba bocadillos y refrescos. Me encantaba estar rodeada de esos Adonis. Cada vez veía más miradas sobre mi cuerpo. ...
    ... Yo les recibía en bikini. Tengo un cuerpo muy bonito que cultivo cada día en el gym. Me gusta mirarme y sentirme joven y deseada.
    
    —Hugo qué madre más bella tienes. La mía está gorda y horrible.
    
    Conversaciones de ese tipo que me tiraban tanto morbo eran diarias. Los abrazos y besos al recibirles y despedirles.
    
    —Pórtense bien niños.
    
    —Lo intentaremos, Alba.
    
    Me masturbaba durante la mañana y también algunas noches pensando que lo hacía con cada uno de ellos y a veces con varios a la vez. Sentirme sometida por esos adolescentes me volvía loca.
    
    LA OPERACIÓN DE FIMOSIS
    
    Siempre le di mucha confianza a mi hijo para hablarme de todo. Cuando conversaba con otras madres les llenaban la cabeza de pecado y de negaciones. Yo no quería que nuestra relación fuese así. Solo nos teníamos el uno al otro y quería que siempre me pudiera conversar con sus problemas, pequeños y grandes.
    
    —Mami tengo que decirte una cosa, pero me da un poco de vergüenza.
    
    —¿Qué sucede amor mío? No debes tener nunca, nunca vergüenza conmigo. Puedes y debes contarme todo lo que te pase.
    
    —Me duele mucho allí abajo. Cuando tengo una erección noto que aquí me estira.
    
    Me mostró el frenillo.
    
    —A ver quítate la ropa y ven a la cama.
    
    Me senté en la cama y le observé. Estaba empalmado, como siempre. Efectivamente el frenillo le estiraba. Le toqué.
    
    —¿Aquí?
    
    —Joder sí, qué dolor.
    
    Le llevé al médico y le operaron de Fimosis. Estuvimos semanas con los cuidados médicos.
    
    Venía a mi y me ...
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