1. Fatty, Patty y Katty IV


    Fecha: 13/09/2025, Categorías: Incesto Autor: Viejo Intrepido, Fuente: TodoRelatos

    ... venía conduciendo Eloísa, Jesús tuvo que disimular mirando su móvil unos minutos antes de bajarse del coche, dando tiempo a que su enorme erección dejase de ser evidente, y no la detectasen ni su madre ni por supuesto Amelia y su prima.
    
    Se dirigieron a la llegada internacional y comprobaron en los carteles electrónicos que el vuelo en el que venían las tres muchachas estaba a punto de aterrizar, ya que llegaba con puntualidad. No obstante, sabían que tendrían que esperar un tiempo prudencial hasta que recogiesen sus maletas, que debían de ser muchas, motivo por el que los habían acompañado Amelia y Eloísa en un vehículo con capacidad para llevar las maletas de las tres jóvenes. Mientras esperaban, Catalina les explico:
    
    -En el primer viaje que yo haga a New York, contratare una empresa de mudanzas internacional para que nos traigan el resto de nuestras pertenencias, ropas de invierno, etc. y también aquellos muebles que decidamos quedarnos y que encajen en el palacete. Si a Amelia o a Eloísa les apetece, podrán viajar con Rocío y conmigo para hacerse ellas cargo de la mudanza mientras nosotras tramitamos las ventas de los bienes.
    
    -¿Y no podemos ir las dos? – dijo ilusionada Amelia – Si nuestras hermanas se quedan a cargo de la casa, las niñas y el señorito estarán muy bien atendidos.
    
    -Pues claro que sí. – contesto Rocío adelantándose a su hija – Así conoceréis la gran manzana y nos acompañareis a comprar modelitos, que ya sé que a tu prima Eloísa eso la vuelve ...
    ... loca.
    
    -Dicho queda, ya os avisaremos cuando tengamos los billetes. – dijo Catalina ratificando lo que su madre había dicho – Además en la casa de mi abuela, y hasta que la vendamos, hay sitio de sobras para todas nosotras.
    
    Esperando ante la salida de los vuelos internacionales, Catalina les explicaba a las dos primas, cada vez más emocionadas, lo que harían en el viaje, y de paso sobrellevaban la espera hasta que saliesen por la puerta de embarque las tres hermanas. Jesús, que se había desentendido un tanto de las conversaciones de su hermana con las dos muchachas, se dedicó a observar atentamente la puerta por donde deberían de salir las trillizas, realmente con una curiosidad creciente, ya que lo que Catalina le había dicho de sus hijas le había dejado con una cierta expectación, si bien pensaba que los halagos serian cosa de su madre, que como todas las madres vería a sus hijas con muy buenos ojos, ya que dudaba que sus sobrinas pudiesen ser más bellas que su hermana Catalina, que para él era la mujer más maravillosa de la creación.
    
    Cuando empezaron a salir los viajeros, primero aquellos que llevaban pocas maletas, sus ojos se centraron en la puerta a la espera de ver aparecer a sus sobrinas, cosa que no ocurría, pues pasaban los minutos y no había señales de ninguna de ellas. De pronto su corazón le dio un vuelco, pues juntas y empujando unos carritos repletos de maletas, aparecieron tres rubias que aglutinaban las miradas de todos, hombre y mujeres, y no solo por ...
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