1. Fatty, Patty y Katty IV


    Fecha: 13/09/2025, Categorías: Incesto Autor: Viejo Intrepido, Fuente: TodoRelatos

    ... ser las tres exactamente iguales y vestidas de la misma forma un tanto extravagante y casi provocadora, sino también por lo bellísimas que eran, motivo por el que era imposible que pasaran desapercibidas para ningún mortal, pues parecían de otra galaxia.
    
    Resulto que Catalina tenía razón, eran como es lógico más jóvenes que ella, pero de una altura similar, rubias con el pelo recogido en trenza que les llegaba a media espalda, ojos verdes iguales a su madre y abuela, con unos cuerpos de infarto, pechos perfectos y unas caderas y piernas escandalosamente bien definidas, que se apreciaban perfectamente al llevar unos pantaloncillos jeans cortos y ajustados que dejaban a la vista la mitad de sus exquisitos glúteos y unos top también exiguos y ajustados que hacían resaltar sus preciosas mamas coronadas por unos pezones que se marcaban rotundos a través de la escasa tela, que además era, al igual que los shorts de un llamativo color naranja. Nada más verlos, ya que tanto Catalina como Rocío, atrajeron su atención ya que las saludaban con sus manos ostensiblemente, y ellas a su vez, y de una forma casi simétrica y con una coreografía graciosísima, saludaron imitándolas, haciendo que sus tetas bailasen aparatosamente y consiguiendo que las miradas de todos los presentes, hombres, mujeres y niños, las siguiesen hipnóticamente.
    
    Jesús se había quedado petrificado mirando a aquellas preciosidades de escasamente dieciocho años, pero que tenían un cuerpo de mujer, total y ...
    ... completamente desarrollados. Catalina se dio cuenta de que su hermano estaba mirando a sus hijas con la boca abierta, absorto y como no creyéndose que aquellas preciosas criaturas fueran reales, y dándole un pescozón le dijo:
    
    -Que te decía yo. Están muchísimo más buenas que tu hermana. ¿O no lo crees así?
    
    -Si, tenías razón. Son realmente como ángeles. – solo consiguió decir Jesús sin casi poder cerrar su boca mirando embobado a sus sobrinas – ¡Madre mía que hermosuras!
    
    -Más que ángeles yo diría que diablesas, o quizás mejor encajarían como brujas. – dijo riendo su madre – Ya las iras conociendo.
    
    Cuando tras saludar a su madre y a su abuela se dirigieron a él, y una tras otra lo estrecharon entre sus brazos, besándole sus mofletes casi rozándole los labios y aplastándole sus hermosísimas urbes en su pecho, no pudo evitar que su herramienta cobrase vida propia, y algo nervioso y tremendamente azorado, disimuladamente haciendo alarde de caballerosidad cogió uno de los carritos de maletas para esconder su bestial erección, cosa que no pasó desapercibida por ninguna de las cuatro mujeres que lo acompañaban a recoger a las “niñas”. Iniciaron el camino hacia el parking, con Amelia y Eloísa, una a cada lado suyo llevando los otros dos carritos de maletas, sonriendo ambas socarronamente y lanzando miradas fugaces a su entrepierna. Delante iban Rocío con una nieta a cada lado y aún más adelante Catalina con la otra trilliza, hablando y ofreciéndole a Jesús una visión espectacular de ...
«12...456...9»