Te tengo miedo, pero también te tengo ganas (3)
Fecha: 22/09/2025,
Categorías:
Infidelidad
Autor: pinkdemon, Fuente: CuentoRelatos
El tiempo transcurre sin mayores dificultades debo admitir que nunca pensé en vivir algo así a pesar de vivir en una pocilga de un barrio de mala muerte me considero una mujer normal, no soy ninfómana ni celosa, mucho menos problemática, morbosa o tóxica, mi esposo me busca y yo le correspondo como normalmente pasa en nuestra relación.
Sin embargo, después de haber estado con el dragón y haber sido estrenada en la boca y ano, como que las cosas son diferentes, siempre quedo con esa sensación de que algo falta y aunado a eso son casi ya tres meses de que no se nada de él, aunque a veces veo a su hermana, no se me hace correcto preguntar ni levantar sospechas en ella o mi hijo.
–¿a poco no sabe lo del hijo de don Rosendo?
Sin querer escucho a una señora cuando voy pasando rumbo al mercado del barrio y es que llama poderosamente mi atención porque don Rosendo, el brujo, es el papá del dragón.
–¿quién? ¿el dragón? Responde otra
–si pues quien más, otra vez este detenido, pero esta vez por golpear a su mujer
–cuando no, si él siempre las golpea a las pobrecitas
–perdón, intervengo, ¿a poco el chavo es casado? –Pregunto ingenuamente
–¿A poco no sabias? Si tiene como a doce viejas y ocho niños y de ninguno se encarga y cuando se la hacen de emoción termina golpeándolas o golpeando a las familias, nombre, si es bien cabrón el hijo de la chingada.
En pleno chisme descubro algunas o la mayoría de sus delitos o fechorías, incluso que se llama José pero que no ...
... le gusta que lo llamen así porque el nombre se lo puso su mamá la cual lo abandonó cuando estaba pequeño por irse con otro y que le pusieron dragón por sus tatuajes y por ser el líder de la bandita de maleantes de varias colonias.
–Toda una fichita, dicen una y otra vez
No sé que decir, ahora estoy mas intrigada, una y otra vez me repito que estuvo mal el haber propiciado lo nuestro, que me costaba ignorarlo o repudiarlo, incluso pienso que es mejor que esté en la cárcel, así todos estamos tranquilos.
Pasa el tiempo y ahora la pregunta es ¿pensará en mí?
–¿A ver si entendí quieres que vaya a ver a tu hermano a la cárcel porque tu papá esta fichado? ¿y por qué yo?
Le recrimino a la novia de mi hijo quien me dice que ya casi es medio año y no saben nada de su hermano.
–Si, pero ¿por qué yo?
–Ándale mamá haznos el paro, me suplica mi hijo
–Está bien, respondo de mala gana
Me visto con mis clásicos pantalones de mezclilla ajustados, mi blusita blanca de manga larga y una chaqueta gruesa de color negro, pues hace frio, con mis clásicos tenis blancos de a diario, en fin sin nada existente que diera paso al morbo,
Tomo lo que me pide que le lleve y me dirijo a la cárcel.
Al llegar, me revisan a la entrada y luego me permiten entrar, no sin antes prohibirme el abrigo y el brasier ya que están prohibidos, haciendo que les rentara una camiseta moradita ya usada y mal oliente.
–Vengo a ver a José Pérez, le digo al guardia que me recibe
–Pase, celda ...