1. Ejercicio para culos hambrientos


    Fecha: 30/09/2025, Categorías: Gays Incesto Intercambios Autor: Remaster64, Fuente: SexoSinTabues30

    ... un momento para quitarle la camisa exponiendo su piel blanca y lampiña.
    
    Ricardo fué a por sus pezones y mi padre continuo con sus besos profundos, buscando con sus dedos el boton de los pantalones de mi amigo.
    
    Henry soltó un gemido entre besos mientras sentía el hedor de ambos machos.
    
    Sudor y afrodisiaco masculino parecía impregnar sus sentidos mientras imaginaba que un aliento agrio de ambos adultos lo consumian en delirios.
    
    Papá fue rapido. Le bajó el pantalón y la ropa interior a Henry de una vez. Le quitó los zapatos con las medias porque le estorbaban para sacarle las prendas y pronto mi mejor amigo quedó desnudo. A merced de los cuerpos musculosos de dos machos de su especie. Llenos de semen para alimentar su ano virginal.
    
    Ricardo se levantó sosteniendo su polla orgullosa y la acercó a la boquita del niño.
    
    —Chupa como si fuera un helado.
    
    Mi padre dejó de besar a Henry y se levantó también. Tomó al niño y lo llevó al sillon grande de la oficina. Lo puso en cuatro exponiendo su culo y dejando su boca libre.
    
    Ricardo se puso rápidamente en la cabeza del niño y acercó su hombría erecta. Gotas de sudor y saliva caían del glande expeliendo posiblemente un olor a pescado.
    
    Henry hizo caso, hipnotizado por la musculatura varonil del hombre que tenía de frente.
    
    Mi padre se limitó a tocar las nalgas de mi amigo y abrir ese agujero fruncido.
    
    Ví a mi progenitor recoger con su dedo algo marrón del culo de mi amigo.
    
    —Parece que alguien no se limpia ...
    ... muy bien el trasero ¿Tus padres no te ayudan, pequeño?
    
    La voz de mi padre era varonil y aspera, mi mejor amigo dejó de chupar el glande de Ricardo para responder.
    
    —Mamá nunca está en casa y papá no le agrado. Prefiere ayudar a mi hermanita, Susy.
    
    Mi padre y Ricardo se miraron con una sonrisa traviesa.
    
    —¿Te molesta que tu padre no te trate bien? —dijo Ricardo con voz suave.
    
    Henry parecia afectado y lagrimas adornaron sus párpados.
    
    —Esta bien. Él dice que es mi culpa por no ser una niña. Y tiene razón.
    
    Lagrimas cayeron por las mejillas de mi amigo y ambos adultos dejaron de jugar con su cuerpo.
    
    Lo tomaron entre sus brazos y lo abrazaron.
    
    Henry estaba en medio de dos masas de musculo mientras sentía el calor y el afecto de ambos hombres.
    
    —No llores, pequeño. Estamos aqui. Tu padre esta equivocado. Eres perfecto como un niño.
    
    —Pero el dijo que si fuera niña le gustaria a los hombres.
    
    Papá tomó el rostro de Henry y lo besó, metiendo su lengua en su boca y llenándolo de su saliva. Terminando el beso, mi progenitor habló.
    
    —A mi me gustas. A Ricardo también. Si tu padre no puede ver lo maravilloso que eres, nosotros lo haremos.
    
    Ricardo sonrió y besó los labios de Henry, sus belfos se amoldaron a la carne tierna del menor haciendo que gimiera entre besos.
    
    —Creenos, pequeño. A nosotros nos gustas y muchos amigos nuestros también les gustan los niños como tú.
    
    Henry miró a ambos hombres esperanzado, su nariz repingona se puso roja.
    
    —¿De ...
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