1. Romina, camino a la perversión 01 (Corregido)


    Fecha: 01/10/2025, Categorías: Fetichismo Autor: RominaKioo, Fuente: TodoRelatos

    ... notado demasiado cerca de mis labios. Logró que me tranquilizara un poco, entre caricias y besos cada vez más humedos, largos y jadeantes, arrodillada frente a mí, ya que era mucho más alta que yo.
    
    Así, aún arrodillada, me ayudo a quitarme los zapatos y los calcetines, manchados. Me había puesto, no se cuándo ni cómo, apoyada contra el lavamanos, con mis piernas levemente abiertas, levantó mi falda y…. entonces es cuando gracias al espejo del baño creí notar en ella una expresión rara, esa expresión que luego entendería como de intensa excitación. Se la veía roja, mordiendo su labio y con la respiración agitada. Luchaba ferozmente por disimularlo, pero en mi situación seguía sin entender bien lo que pasaba. Cerré mis ojos, muerta de vergüenza, abriendo un poco mas mis piernas, empezaba a ser conciente de que me estaba exponiendo cada vez más, me estaba entregando. Terminó de enrollar mi faldita escolar en la cintura y con cuidado comenzó a quitarme las bragas, bajando lentamente por mis piernas, tratando de contener la gran cantidad de mierda pastosa y tibia que las llenaba. Todo mi ser clamaba diciendo que deberíamos sentir mucho asco, ella y yo, pero no, no lo sentiamos, la curiosidad empezaba a ganar. La vergüenza de haberme cagado junto a la mujer de mi papa había dejado paso a cosquilleos extraños. Mi posición tan abierta a ella, semidesnuda, humillada, sucia, sumisa, atravesaba mi mente y me aturdía. Levantó uno de mis pies y luego el otro, quitandome la ropa ...
    ... interior cagada, mis bragas llenas de mierda estaban en sus manos, su rostro a pocos centímetros de mi culo. Las dejó a un lado, en el bidet, y me dijo: “Tranquila Romi, yo te ayudaré a limpiarte”.
    
    Sin darme tiempo a reaccionar, ya estaba ella pasando toallas humedas por mi piel, suavemente, mientras yo intentaba disimular el placer que me causaba y ella la excitación perversa que le provocaba y no podía disimular. Aun con los ojos cerrados notaba sus manos recorriendo mis piernas… quise decirle que me ducharía, pero no lo hice y ella siguió. Separó un poco mas mis piernas, luego mis nalgas.. sentí el aire corriendo, mi entrepierna desnuda, expuesta, sus manos frotando y limpiando y … y su respiración demasiado cerca. Me estaba mojando. Mucho.
    
    Pero, qué estaba pasando conmigo? Cómo era posible? Sin importar lo humillante de la situación, lo sucio, lo asqueroso, estaba caliente, cachonda, excitada, morbosa y locamente excitada, deseaba que esa mujer que casi era mi madre, esa señora fina, delicada, severa, la mujer de mi papa, me estaba limpiando, acariciando, tocando. Y parecía que lo disfrutaba, que ella misma se excitaba como yo, quitando la mierda que aún quedaba en mi culo, rozando por momentos, distraidamente, mi coño que comenzaba a chorrear descaradamente.
    
    Por un instante recuperé mi cordura, me excusé, avergonzada, me bajé mi camisa para tapar mis nalgas y me metí a la ducha, para quitarme el resto de la ropa. Lo siento Sofía, le dije, mejor me daré una ducha, lo ...