Gabriela: Mi primera vez con una mujer…
Fecha: 01/10/2025,
Categorías:
Lesbianas
Autor: SelenaValente, Fuente: TodoRelatos
... Graciela.
La primera foto ya le robó el aliento.
Lucía estaba tumbada sobre una sábana blanca, completamente desnuda salvo por un collar fino de oro. Su cuerpo tenía la suavidad de la luz natural que entraba por la ventana, delineando sus curvas sin artificios. Su espalda ligeramente arqueada, su mano apoyada en su vientre, la otra descansando sobre la sábana. Su mirada, apenas perceptible entre los mechones de pelo sueltos sobre su rostro, no era provocativa, sino serena.
Graciela tragó saliva en silencio y pasó la página.
La siguiente imagen la mostraba de pie, frente a un ventanal que daba al mar. Sólo llevaba una tela semitransparente, que caía de sus hombros como si estuviera a punto de deslizarse al suelo. La brisa movía el tejido, revelando el perfil de su cuerpo, el dibujo de su clavícula, la curva de su pecho. La foto capturaba el instante en el que Lucía parecía debatirse entre dejar que la tela cayera o aferrarse a ella.
—Dios… —susurró Graciela, pasando otra página.
La imagen que apareció a continuación la dejó sin palabras. Lucía estaba en un sofá de terciopelo oscuro, completamente desnuda, pero la composición de la foto convertía la imagen en una obra de arte. Su cuerpo estaba colocado de una forma premeditada, con una pierna doblada y la otra estirada, un brazo apoyado en el respaldo. Se apreciaba su sexo depilado y la suave línea de su raja. La luz creaba sombras en su piel, resaltando la textura del terciopelo, el contraste entre la ...
... suavidad de su piel y la profundidad del sofá.
Graciela sintió un escalofrío. No había una sola foto vulgar. Todo era arte. Pero también entendía lo que había sentido Matt.
Pasó otra página y vio una foto diferente. Lucía estaba tumbada boca abajo sobre una cama, con el rostro girado hacia la cámara. Su cabello caía en ondas sobre la almohada, sus labios entreabiertos, su mirada con un brillo entre vulnerable y desafiante. No mostraba nada explícito, pero la imagen transmitía una intimidad abrumadora.
—Ahora entiendo… —murmuró Graciela, sin dejar de mirar la imagen.
Lucía, que había permanecido en silencio mientras ella observaba, preguntó con voz baja:
—¿El qué?
Graciela levantó la vista.
—Entiendo a Matt.
Lucía suspiró, recostándose en el sofá.
—No son fotos para todo el mundo.
—No, no lo son.
Graciela pasó las últimas páginas. En una, Lucía aparecía en la piscina de Santorini, con el agua cubriéndole hasta el pecho. Su rostro reflejado en el espejo del fondo tenía una expresión profunda. En otra, se la veía de espaldas, con la luz del atardecer iluminando su figura, resaltando cada curva de su cuerpo sin ocultar nada.
Cerró el book con cuidado y lo dejó sobre la mesa.
—Estas fotos… —dijo en un susurro—. Son preciosas. Pero si Matt las vio sin esperarlas… No me extraña que se sintiera… abrumado.
Lucía miró el techo, pensativa.
—Tal vez. Pero no me dio la oportunidad de explicarle nada.
Graciela negó con la cabeza.
—Quizá él ...