Sorpresas en la discoteca - Relatos Eróticos

Sorpresas en la discoteca

... dolor. –¡Mmm, Mmm, Mmm! –gemía de placer la esclava. –¡Aaah, Aaah, Aaah! –gemía de dolor. –¡Mmm, Mmm, Mmm! –gemía de placer la esclava.

Era fin de semana, por lo que, era sábado por la mañana, así que, se la llevó al baño y todas las demás compañeras, la usaron como váter, meándose dentro de su boca y luego, mearla en su cara y por encima de sus pechos, de su cabeza y de su cuerpo.

Por la noche, había enviado un mensaje diciendo que se había quedado en casa de unas amigas, y que estaría todo el fin de semana. En su casa, nadie se percató de nada, y de esa manera, Estefanía, iba a estar todo el fin de semana en casa de su Ama.

Era por la mañana, mientras que las amigas de Idania, desayunaban, ella estaba de rodillas a cuatro patas, mientras ellas hablaban de sus cosas y alguna, le tiraba algo de comer masticado o un escupitinajo en la boca o en la cara. Al hablar, ignorándola, significaba que era hacerla de menos, despojándola de su humanidad y denigrándola al nivel de una mascota o un animal de su propiedad.

–Toma, bonita. –dijo Olga, tirándola un trozo de galleta.

Estefanía lo comía y ladraba como una perra, besando sus pies y lamiendo sus pies como al resto de ellas. Detrás del desayuno, unas se iban a comprar y otras sentadas en el sofá, veían la televisión.

La esclava servía de escabel a su Ama Idania, y cuando esta se iba, servía de escabel de las demás. Cuando se acercó la hora de la comida, apareció Yolanda con la compra, trayendo latas y comida ...

... para perros.

Le echó la lata en su cuenco, mientras ellas, comían. Estefanía, tenía que comer la comida de la lata pequeña y luego lamer el agua del otro cuenco. Algunas veces ellas, le tiraba comidas escupidas y machacadas por su boca.

La esclava iba a comérsela y lamer el suelo donde había caído, ladrando como una perra en celo.

–¡Guau, guau, guau! –ladraba la esclava.

Las chicas hablaban de sus cosas, mientras que la esclava, les servía, trayéndoles comida o algo de beber. Era su criada y su sirvienta cuando se fue a limpiar su piso. Estuvo fregando el suelo de la cocina, de la terraza y de los baños.

Detrás, cuando terminó se fue a ponerse de rodillas antes ellas, y quedarse besando sus pies, lamiéndoselos y chupándoselos al hacer tanto calor, sudaban por todo sus cuerpos y los pies no eran menos. Pero, al estar en las chanclas, o desnudos y caminar por el suelo, estarían sudados y manchados.

Estefanía ya estaba acostumbrada a limpiarles sus pies con la lengua como una buena perra, y lo disfrutaba, su olor, su sabor y se excitaba. Su Ama Idania, la había convertido en una esclava sexual, pero también en una fetichista de pies femeninos nata.

Ya incluso por la calle, se fijaba en los pies de las mujeres, y se excitaba. También, le gustaba lamer coños y parecía que era lesbiana, pero no lo era, porque le encantaba que un hombre de una gran polla, la follase reventándola.

Su vida aparentemente había cambiado de manera radical. Afortunadamente, esa noche ...