La familia del marido de mi hermana (13) - Relatos Eróticos

La familia del marido de mi hermana (13)

... intentando parecer altiva.

- Más de lo que imaginas. Yo también te enseñaré algo… a ver si te gusta.

Me bajé los calzoncillos y me los saqué por los pies sin levantarme del sofá. La polla ya había cogido consistencia y apareció ligeramente erguida. Intentó que no se le notara, pero no pudo evitar un gesto de asombro a la vez que de satisfacción.

- ¿Qué, te gusta verlo a través de la pantalla?

- Te has… depilado. – me dijo como algo raro para ella.

- ¿No te gusta así más? ¿Limpita de pelos?

- Bueno… si. En los vídeos que he visto todos los hombres iban depilados.

- Te toca. Quítate el sujetador y aparta la vergüenza para contarme los que más te han gustado.

Se quitó el sujetador del bikini y sus hermosas tetas se descolgaron como dos peras maduras, pero bien contorneadas y repletas de carne.

- No sé que vas a pensar de mí si te cuento la verdad. – dijo con algo de temor en la voz.

- No voy a pensar nada que no haya pensado ya. Eres una mujer con los deseos reprimidos que necesitas sacarlos al exterior. Que disfrutarías más si lo haces sin prejuicios ni vergüenza.

- Es que… - se cortó unos instantes y la dejé que siguiese – Creo que me han gustado los más fuertes.

- No hay fuertes o flojos, tan solo diferentes.

Noté cómo se tocaba un pecho instintivamente, casi sin darse cuenta. Un signo de excitación reprimido.

- Me ha… excitado verlos, pero no sería capaz de hacerlo.

Me estaba poniendo nervioso con tantos rodeos, pero me ...

... contuve.

- La vista es importante. Envía imágenes al cerebro y este actúa excitando el cuerpo ante esos estímulos visuales. Es una parte importante del sexo. Por eso tienen tanto excito los videos porno bien hechos.

“Vaya turra que le acabo de soltar” Pensé nada más acabar la frase.

- Eso es lo que te quería decir, que me excite verlo no significa que me gustaría hacerlo.

- Bueno, pues cuéntamelos. – ya no podía contener mi impaciencia.

- Vale… Pues en uno estaban una mujer y dos hombres. La tenían arrodillada sobre una cama y uno le metía el pene en la vagina mientras el otro se lo metía por la boca. – se volvió a tocar los pechos inconscientemente.

- ¿Qué es eso de pene y vagina? – le dije despectivamente – Conoces el lenguaje que utilizo y que me gusta. “Polla y coño”, son las palabras adecuadas. Vuélvelo a decir utilizándolas.

- Vale, vale… no te enfades. Pues eso… Uno se la estaba follando por el coño mientras el otro lo hacía por la boca.

- Eso está mejor. Ya nos vamos entendiendo. – sonreí para que notara mi complacencia – A mí también me excita mucho eso.

Levantó la mirada con las facciones de su cara impertérritas.

- ¿Lo has hecho alguna vez? ¿Estar con otro hombre y una sola mujer? – lo repitió para dejarlo claro.

- Alguna vez. – noté cómo tragaba saliva.

- ¿Y eso… te gusta?

- Creo que a la mujer le gustó más.

- ¿De verdad? – está vez sí cambió su gesto serio para emitir incredulidad – Pensaba que eso solo ocurría en los vídeos.

- ...