1. La familia del marido de mi hermana (13)


    Fecha: 02/10/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Alfonso, Fuente: TodoRelatos

    ... Tócate las tetas y los pezones recordando esos momentos.
    
    Comenzó a pasarse una mano tímidamente por sus pechos mirando cómo me pajeaba lentamente. La otra mano la había colocado entre los muslos y la apretaba entre ellos. Había perdido la visión de su coño, pero no me importaba; en ese momento lo que imperaba era calentarla. Había acercado mi móvil para que la polla y los huevos apareciesen casi en un primer plano y ella solo pudiese ver la robustez de mi verga con los huevos depilados bajo ella, y como subía y bajaba la piel con mi mano.
    
    - Recuerda cuando te sobaba las tetas, cuando te comía los pezones con mi boca, cuando los succionaba con mis labios, cuando los mordisqueaba con mis dientes mientras apretaba tus deliciosos pechos con mis manos.
    
    Mis palabras junto a la visión de mi verga, dura y estirada, empezaban a hacer efecto en su cabeza, y vi cómo se apretaba las tetas comprimiendo la carne blanda mientras se mordía el labio inferior en un intento de contención.
    
    - Siente los pezones entre tus dedos. – continúe con voz suave y susurrante – Pellízcalos con suavidad recordando cómo te lo hacía yo.
    
    Comenzó a pellizcarse los pezones y cerró los ojos y la boca con fuerza. Sus piernas temblaron levemente apretándolas contra la mano que tenía entre ellas. Pasó de un pezón a otro, a la vez que elevaba y apretaba la blanda carne de sus tetas.
    
    Se le escapó un gemido mordiéndose el labio cuando aumentó la presión de los pellizcos. No le había dicho que los ...
    ... apretase con fuerza, pero lo estaba haciendo por iniciativa propia, algo que me sorprendió.
    
    - Abre las piernas y acaricia los labios de tu coño metiendo un dedo entre la raja.
    
    Cómo si mis palabras fuesen órdenes, fue haciendo todo lo que le decía. Vi cómo su chochito se abría al insertar el dedo hasta que se lo metió entero. También podía ver cómo se apretaba los pezones cada vez con más fuerza, pasando de uno a otro hasta ponerlos duros y enrojecidos.
    
    Al momento, observé cómo se introducía dos dedos; estaba claro que uno ya le sabía a poco después de haber probado esa estaca de goma dura. Era el momento de decirle que se la metiera.
    
    - Sientes los dedos dentro de tu chochito, cómo entran y salen, pero te apetece más. Algo más grande y más grueso, algo que llene tu vagina húmeda y caliente.
    
    Ya tenía la boca abierta y los ojos entrecerrados, aunque no perdía de vista mi miembro duro y erecto.
    
    - Quieres mi polla. – le susurré después de una corta pausa.
    
    - ¡Quiero tu polla! – exclamó sin que se lo pidiese.
    
    - Te gustaría tenerla dentro, sentir como empujo y penetra en tu chochito.
    
    Pellizcaba con más fuerza sus pezones y apretaba los dedos contra su coño. Si hubiese seguido hablando se habría corrido tan solo con los dedos, pero quería ver qué era capaz de hacer con esa robusta verga.
    
    - Ahora coge la polla de látex y empieza a metértela. Piensa que es la mía, y que estoy ahí, empujando con suavidad.
    
    Cogió el rabo de goma con rapidez y puso, lo que ...
«12...678...»