La familia del marido de mi hermana (13)
Fecha: 02/10/2025,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Alfonso, Fuente: TodoRelatos
... elegí la que más se parecía a la tuya en grosor y tamaño.
- Pues entonces ya no te puedes negar a enseñármela.
- Vale. – dijo después de unos segundos mientras yo me frotaba las manos (virtualmente).
Desapareció de la pantalla y a los dos minutos la vi acercarse de nuevo con una funda negra de cuero de forma rectangular. Desde luego nadie diría que dentro había una polla de látex. Tiró de la cremallera y sacó la verga (muy realista, incluso con las venas marcadas) y la puso delante de la cámara.
“¡Joder, menuda verga!” Exclamé en mi mente al ver el pedazo de mango que se había agenciado. Desde luego que era realista, pero más grande y más gorda que la mía. Supuse que la lujuria y el desenfreno habían traicionado sus recuerdos de mi polla.
- Vaya, si que es realista.
Dije por decir algo, pues conocía bien ese tipo de juguetes sexuales.
- Supongo que Cristóbal no sabe nada de esto.
- ¡No, por dios! No sé qué pensaría de mí si me viese con algo… así.
“Pensaría que tiene una buena zorra en casa” Sonreí disimuladamente.
- Lo mantendremos en secreto. – le dije acercando la cara a la pantalla con sonrisa de cabroncete.
- No me vaciles. – me dijo con seriedad.
- Las bromas están bien para reírse un poco en este mundo tan serio, sobre todo el tuyo.
No dijo nada, tan solo volvió a guardar la verga en la funda.
- No la guardes. – me anticipé antes de que cerrase la cremallera – Vamos a jugar un poco.
- ¿A qué quieres jugar? – me preguntó ...
... de forma inocente.
- Bueno, como supongo que no conoces el sexo a distancia, te pondré al día. Vamos a masturbarnos mientras nos vemos y hablamos.
- No me parece una buena idea.
- Me has dicho que te apetecía masturbarte de nuevo.
- Es verdad. Pero lo hago sola, viendo vídeos o imaginando… cosas.
- Yo te ayudaré a imaginar.
Me espatarré en el sofá dejando la polla y los huevos en un primer plano. Comencé a subir y bajar la piel haciendo que el capullo saliese de su cueva y despuntara como la torre más alta de un castillo.
- ¿La recuerdas? – le pregunté con voz sinuosa.
- Claro que la recuerdo, y ese es el problema, que no me la puedo quitar de la cabeza.
- Ahora quítate la braguitas del bikini. Quiero ver ese chochito depilado.
Se lo pensó un instante con su semblante serio y compungido, pero acabó quitándose la parte baja del bikini. Su chochito, libre de vello, apareció ante mis ojos con los labios ligeramente abultados formando una bonita raja. Dejó el biquini sobre una silla y se quedó de pies sin saber que hacer con un gesto disconforme en su cara, pero a la vez sumiso.
Le dije que pusiese una silla frente a otra y que colocase el móvil en una de ellas y se sentase en la otra. Fui indicándole cómo tenía que ponerlo hasta que la imagen quedó perfecta. Podía ver todo su cuerpo desde el chochito hasta la cara.
- Mira bien mi polla. – le dije mientras la masajeaba – Piensa en que la has tenido entre tus manos, en tu boca y en tu chochito. ...