1. El sometimiento de Karen (parte 3)


    Fecha: 05/10/2025, Categorías: Grandes series, Autor: Azzzul, Fuente: CuentoRelatos

    ... capital y se había ganado 3 millones de los intereses, pero lo más valioso para él era que se había hecho dueño de Karen, que era hasta el momento su mejor adquisición. De pensar en las horas de placer que pasaría con su nueva puta lo hacían sentir muy feliz.
    
    -Desafortunadamente saldré unos días -dijo el prestamista-. Aprovecha para descansar, visitar a tu mama y si tienes algún pendiente. Te espero acá el sábado para que te integres oficialmente como mi puta.
    
    Cuando Karen salía de la casa de don Carlos y a pesar de que sentía que la verga del viejo aun la tenía clavada en el ano, y de lo adolorida que iba, se sintió muy feliz. En pocas horas había descubierto emociones que jamás imagino. A parte que sus enormes problemas se habían solucionado. Esa noche durmió como hacía años no lo hacía, se sentía plena, completa. No le importaba que de ahora en adelante iba a ser utilizada sexualmente por don Carlos, por el contrario le agradaba pensar que ya era una de sus putas y de todos los placeres que le esperaban.
    
    Al otro día se la pasó descansando, por la noche volvió a revivir su experiencia con el viejo usurero y se tuvo que masturbar, le estaba muy agradecida. Al día siguiente visito a su madre e hizo otros arreglos que tenía pendiente. Pero ella sabía que tenía algo que hacer, algo muy importante que haría al otro día, algo que siempre le obsesiono: Seducir a Francisco, el capataz de su finca de enorme verga.
    
    Esa noche se sentía nerviosa, al otro día iría a la ...
    ... finca. Cerró los ojos e imagino esa enorme verga de su empleado. Todos esos años esa imagen la había acompañado, recordó esas noches en el convento cuando se tenía que masturbar hasta tres veces, pensando en la polla larga, gruesa y venuda del capataz. Si el sabor de la polla de Carlos le había fascinado, la de Francisco sin duda sería mucho mejor.
    
    Al otro día manejo hasta su finca, la recibió Hortensia que seguía al cuidado de la casa.
    
    -¡Señorita Karen! –dijo muy alegre.
    
    -¡Hortensia! Buen día.
    
    -¡Qué bien se ve usted y que linda!
    
    Una vez que se acomodó en su habitación, camino un poco con Hortensia, esta le pregunto sobre que noticias había respecto a la finca pues ella estaba preocupada en que pasaría, a lo que muy sonriente Karen respondió.
    
    -¡Todo está arreglado! Esto ya es mío. Perdí la casa de mis padres pero rescate todo esto. Así que no te preocupes.
    
    Hortensia se sintió feliz, pero Karen solo quería saber una cosa.
    
    -¿Y Francisco?
    
    -Fue al pueblo por algunas cosas, ya ve como es ese Francisco seguramente se entretuvo con alguno de sus conocidos.
    
    -En cuanto llegue dile que venga a verme, necesito hablar con él.
    
    -Sí, señorita Karen.
    
    -Hortensia. ¿Por qué no te vas al pueblo a ver a tu hija? No voy a cenar no te preocupes, si acaso tomo algo ligero, pero me lo puedo preparar.
    
    -¿No hay problema señorita?
    
    -Claro que no. De todos modos cualquier cosa me apoyo en Francisco.
    
    -Está bien, en cuanto llegue Francisco me voy.
    
    -Nos vemos mañana ...
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