1. Mis dudas sobre Adriana (capítulo 2)


    Fecha: 06/10/2025, Categorías: Grandes series, Autor: ArturoFish, Fuente: CuentoRelatos

    ... no tenía su maleta y su pijama. Seguramente, Sebastián le había hecho la travesura de esconderle la maleta con la segunda intención de verla sin ropa, de disfrutar de mi mujer como había llegado a este mundo. Me puse serio. Ya me iba a escuchar en la mañana cuando le hiciera el reclamo por aprovecharse así de mi pobre mujer, claro, él musculoso y ella apenas culosa; ese sujeto le tenía ganas a mi mujer, estaba casi seguro, pero yo estaba dispuesto a impedirlo.
    
    Tenía antecedentes, a él pocas viejas le decían que no, la mayoría escurrían la baba cuando lo veían y se lo soltaban apenas comenzaban a hablar con él. Lo había visto varias veces, sus conquistas apenas duraban media o una hora y ya corrían al motel a abrirse de piernas. Debía tener cuidado, seguro que con Adriana quería hacer algo parecido y había aprovechado mi infortunio con el cuento de Gabriela para… para… para el cuento de Gabriela (y pensé en algo que hasta ese momento no se me había ocurrido) ¿Si sería verdad que se sentía enferma o seria solo una excusa, parte de algún plan entre todos para que Sebastián quedara a solas con mi mujer?
    
    La verdad era que Gabriela no se veía enferma y no se había mostrado enferma en todo el camino. Parecía una excusa y, por su culpa y esa excusa, nos habíamos demorado más de lo previsto ¿Sería una trampa para hacerle el cajón a Sebastián y dejarlo solo con mi esposa? ¡No, no podía ser! Además, estaba Julieta, no creía que él se hubiera atrevido a hacerle algo a mi mujer ...
    ... enfrente de su novia… pero, podía aprovechar algún descuido de ella. Además, yo sabía que Julieta dormía mucho y muy profundo, casi siempre que estábamos juntos ella se quedaba dormida en alguna silla y no había poder humano que la despertara ¿Y si la había dejado dormir mientras se bañaba con mi mujer? ¡No, no podía ser! Julieta era linda, era modelo de lencería, cierto que no tenía las curvas de Adriana, pero era bella, sobre todo esa carita de ángel y demonio que se gastaba; cierto que tenía las tetas pequeñas y la cola un poco plana, pero así eran las modelos de revistas: flacuchas y largas, ella misma nos había dicho alguna vez que los estándares eran como los suyos: poca teta, poco culo y unas piernas largas.
    
    Tenía razón. No tenía por qué preocuparme, Sebastián lucia orgulloso a su novia y les decía a todos que era modelo de catálogos de lencería. De hecho, cerca de su concesionario había un centro comercial y adentro había un local de la marca que modelaba Julieta, por supuesto, él no desperdiciaba la oportunidad para pasearse por ahí señalando el afiche con su novia expuesta mientras les decía a todos que ese ángel era suyo y ella lo amaba. Imposible que quisiera cambiarla a la primera por mi esposa. Pero ¿y si el plan lo hubieran hecho entre los dos?
    
    Si, podía ser, recordé que Mauricio me había contado que a Julieta también le gustaban las mujeres y los porros, que alguna vez Sebastián le había dicho que antes de él ella había salido con otra modelo; eso al parecer ...